Un británico ha sido multado por rezar en su mente por su hijo fallecido dentro de una supuesta zona de seguridad en torno a una clínica abortista.
El pasado año, Adam Smith-Connor, padre de familia y veterano del ejército, había estado cerca de la clínica abortista British Pregnancy Advisory Service de Bournemouth, donde había ido a rezar por su hijo fallecido. Este último había perdido la vida durante un aborto allí hace más de dos décadas.
Smith-Connor había permanecido de espaldas a la clínica el día en cuestión y había rezado mentalmente por su hijo. A los agentes de seguridad comunitaria que le abordaron por su estancia cerca de la clínica, declaró que estaba rezando por su hijo fallecido. Los comisarios declararon entonces que estaba infringiendo los requisitos de la zona de seguridad en torno a la clínica abortista y le impusieron una multa.
Las denominadas zonas seguras prohíben toda actividad o intento de expresar aprobación o desaprobación en relación con el aborto. Esto incluye, entre otras cosas, “medios gráficos, orales o escritos, oraciones o consejos”, así como actos religiosos, dígase leer la Biblia o persignarse.
Smith-Connor cuenta con el apoyo jurídico de ADF UK, la rama local de ADF International ( organización para la defensa de los derechos humanos) en el presente caso de discriminación religiosa.
“Nadie debe ser criminalizado por sus creencias, especialmente si las expresa en silencio, en la intimidad de sus pensamientos. Al igual que en el caso de Isabel Vaughan-Spruce el mes pasado, ahora Adam podría ser procesado por albergar pensamientos dentro de una zona de censura y llevar esos pensamientos a Dios en oración”.
“La rápida proliferación de órdenes que criminalizan a voluntarios como Adam e Isabel debería ser una llamada de atención para todos los que valoran la libertad de expresión -incluida la libertad de pensamiento-, independientemente de sus opiniones sobre el aborto”, ha declarado Jeremiah Igunnubole, asesor jurídico de ADF Reino Unido.
Reflexionando sobre la situación, Smith-Connor comentó:
“Hace 22 años, llevé a mi ex novia en coche a un centro y le pagué el aborto. Fue un momento decisivo en mi vida. Las consecuencias de mis actos de aquel día me alcanzaron años después, cuando me di cuenta de que había perdido a mi hijo Jacob por un aborto que yo había pagado. Hace poco, me quedé fuera de un centro similar y recé a Dios por mi hijo Jacob, por otros bebés que han perdido la vida a causa del aborto, por sus familias en duelo y por el personal de la clínica abortista.”
“Nunca imaginé verme en la situación de arriesgarme a tener antecedentes penales por rezar en silencio. Yo solía asistir a abortos en el hospital como parte de mi formación médica en el ejército, pero ahora rezo por quienes practican abortos porque sé lo perjudicial que es el aborto para las mujeres y las familias y que cada vida humana es preciosa, por pequeña que sea. Pero, sobre todo, me mueve a rezar la suerte de mi hijo Jacob”, dice el padre de familia.
A finales de diciembre, Isabel Vaughan-Spruce, empleada de una organización provida británica, fue detenida por rezar en silencio frente a una organización abortista (informó IFamNews). ADF UK también prestará apoyo jurídico en este caso.
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