El matrimonio en Estados Unidos está amenazado, ya que las nuevas estadísticas del Centro de Investigación Pew indican que un 25% de las personas de 40 años, una cifra récord, nunca se habían casado en 2021.
Se trata de un fuerte aumento con respecto al escaso 6% de solteros de 40 años en 1980, lo que pone de relieve el declive del atractivo del matrimonio en las últimas décadas. Los datos también revelan que la retirada del matrimonio afecta de forma desproporcionada a las minorías, la clase trabajadora y las personas económicamente desfavorecidas, lo que conduce a la inestabilidad relacional.
Sorprendentemente, a pesar de estas preocupantes tendencias, una nueva propuesta fiscal de los republicanos de la Cámara de Representantes de EE.UU., la “Ley de recortes fiscales para las familias trabajadoras”, parece socavar aún más la institución del matrimonio.
Aprobado recientemente por el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, este proyecto de ley parece penalizar el matrimonio entre la clase trabajadora a la vez que incentiva la cohabitación, en contra de lo que cabría esperar de unas políticas de apoyo a la familia en una época de descenso de las tasas de matrimonio.
Sumándose a las preocupaciones, el proyecto de ley se olvida de extender el crédito fiscal federal por hijo, que se duplicó de $ 1,000 a $ 2,000 por hijo bajo la administración Trump. Este aumento, que ha supuesto una importante ayuda financiera para muchas familias, está previsto que expire en 2025, y esta legislación no hace nada para evitarlo.
En su lugar, propone elevar la deducción estándar para todos los hogares, una medida que probablemente beneficie más a los hogares más ricos que a las familias de clase media y trabajadora, más necesitadas.
Para agravar aún más el problema, esta deducción estándar revisada introduce nuevas penalizaciones al matrimonio y lo desincentiva. Como señala Ramesh Ponnuru en el Washington Post, esta propuesta supondría un aumento de los impuestos para dos personas trabajadoras con hijos si deciden casarse.
Sin embargo, existen vías alternativas para avanzar. Varios senadores republicanos, entre ellos Marco Rubio, Marsha Blackburn, Mike Lee y J.D. Vance, han reconocido el frágil estado de las familias y los matrimonios estadounidenses en el clima actual.
Rubio, por ejemplo, ha propuesto una política en el Harvard Law School Journal on Legislation para eliminar las penalizaciones por matrimonio del código fiscal federal y ampliar el crédito fiscal federal por hijos.
Este enfoque se alinea más estrechamente con el ethos orientado a la familia del Partido Republicano y debería considerarse como una alternativa más viable para las futuras propuestas del GOP en la Cámara. Lo último que necesita Estados Unidos es una legislación que socave aún más la institución del matrimonio.
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