En la última Asamblea General de Naciones Unidas se sugirió al Secretario General, Antonio Guterres que consultara a los estados y ONGs cómo fortalecer el trabajo de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos. El Secretario General recogería todas las sugerencias y las presentaría en un informe en la 70º Asamblea General.
Pues bien, Guterres recogió el guante y está consultando a Estados y ONGs ideas y propuestas antes del próximo 22 de enero. Puedes leer la carta de petición de ayuda en el siguiente enlace (en inglés):
https://docs.google.com/document/d/1vVlzXVMkEB8SqCoHYRaGYvEiHb_7LFErPJL7tlJ2CcY/edit?usp=sharing
Es una gran oportunidad para que Naciones Unidas escuche a la sociedad civil sobre cómo verdaderamente se puede fortalecer el trabajo en materia de Derechos Humanos.
Desde luego no será promoviendo el aborto como hace el Fondo de Población u ONU Mujeres. Y mucho menos felicitándose por la aprobación del aborto como recientemente ha ocurrido con el desastre argentino.
Tampoco será promoviendo la agenda homosexualista que pretende universalizar el ‘gaymonio’, la adopción gay, el adoctrinamiento LGTB en las escuelas y el ‘cambio’ de sexo sin controles ni garantías.
¿Dónde está la clave? En la misma Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Convención Universal de Derechos del Niño.
El derecho a la vida está consagrado en la Declaración Universal y la Convención Universal de Derechos del Niño reconoce en su preámbulo que se debe de considerar niño desde el momento de la concepción.
Felicitarse por legislaciones y políticas que establecen “licencias para matar” es contradictorio con los Derechos Humanos que dicen proteger. Si no defendemos el primero de los derechos, ¿cómo vamos a defender los siguientes?
El derecho internacional también recoge el derecho del niño a gozar de un padre y una madre. Los homosexuales no tienen derecho a adoptar; los heterosexuales, tampoco. Quien tiene derecho a ser adoptado es el niño. El criterio debe de ser siempre el mayor interés del menor. Y es claro que el mayor interés de un niño para su desarrollo armónico es contar con una figura adulta masculina y femenina que se complementen.
Promover la adopción gay es contradictorio con el mayor interés del menor y sólo responde a consignas ideológicas.
Por lo mismo, el adoctrinamiento LGTB bajo la excusa de la educación en la no discriminación es contrario al derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos y al derecho de los hijos a no ser adoctrinados por ningún poder político.
Frente al ‘activismo LGTB’ que practica Naciones Unidas, la ONU debería de trabajar en promover legislaciones y políticas “con perspectiva de familia” tras asumir que la familia es la célula básica de la sociedad, factor de cohesión, lugar privilegiado para vivir la solidaridad y para la integración social.
Esta debería de ser la agenda de Naciones Unidas para promover los Derechos Humanos: defender la vida, el matrimonio, la familia y el derecho de los padres en la educación de sus hijos. Así se lo estamos trasladando desde CitizenGO. Si quieres sumarte ahora, puedes hacerlo en el siguiente link: https://citizengo.org/es-lat/184388-que-fortalezca-derechos-humanos-defendiendo-vida-familia-y-libertad
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