La catedral de Canterbury se enfrenta a duras críticas tras la presentación de una instalación artística de estilo grafiti denominada “Hear Us” (Óyenos), que es sacrílega y estéticamente discordante. La exposición consiste en gráficos adhesivos removibles con preguntas dirigidas a Dios: frases como “¿Estás ahí?” y “¿Por qué creaste el odio cuando el amor es mucho más poderoso?”.
La catedral afirma que el proyecto tiene como objetivo involucrar a “comunidades marginadas”, incluyendo a personas de color, individuos neurodiversos y grupos LGBTQIA+, invitándoles a escribir a mano respuestas a la pregunta: “¿Qué le preguntarías a Dios?”. La instalación, creada por el poeta “vegano/queer” Alex Vellis (que utiliza los pronombres they/them) y la curadora Jacquiline Creswell, estará en funcionamiento desde el 17 de octubre de 2025 hasta el 18 de enero de 2026.
Los críticos —incluidos feligreses y figuras públicas— han denunciado unánimemente la exposición. Algunos la calificaron de “sacrílega”, y uno comentó que la estructura medieval ahora parece un “aparcamiento subterráneo de Peckham”. El senador estadounidense Ted Cruz advirtió que la instalación refleja cómo caen las naciones cuando las élites abrazan “patologías autodestructivas”, mientras que JD Vance comentó la ironía de afear un monumento histórico bajo la bandera de “honrar a las comunidades marginadas”.
Este episodio se produce tras el reciente anuncio de la Iglesia de Inglaterra de que Sarah Mullally se convertirá en la primera mujer arzobispa de Canterbury. La instalación es otro ejemplo más de la orientación cada vez más “woke” de la iglesia, que prioriza las exhibiciones ideológicas de moda sobre la reverencia y la tradición.
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