La vicepresidenta Kamala Harris afirmó que cualquiera que se oponga a la aprobación y distribución de píldoras abortivas está en realidad atacando los derechos fundamentales de los ciudadanos y el sistema sanitario estadounidense.
“Ahora hay ataques políticos y partidistas que intentan cuestionar la legitimidad de un grupo de científicos y médicos que han estudiado la importancia de este medicamento”, dijo Harris, según informa Axios. Esto no es sólo un ataque a las libertades fundamentales de las mujeres. Es un ataque a los cimientos mismos de nuestro sistema de salud pública”.
Alianza para la Defensa de la Libertad (ADF) presentó en noviembre de 2022 una demanda ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Texas contra la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), en nombre de cuatro asociaciones médicas nacionales y varios médicos, alegando que la agencia “eligió la política sobre la ciencia y aprobó medicamentos químicos abortivos para su uso en los Estados Unidos”.
La demanda hace referencia a seis actuaciones distintas de la agencia desde la legalización de la mifepristona y el misoprostol en 2000 y pide al tribunal que declare ilegales estas actuaciones, lo que llevaría a la retirada definitiva de la mifepristona del mercado.
La denuncia alega que “la única forma” en que la agencia podría haber aprobado los fármacos químicos abortivos “era haciendo uso de su autoridad de aprobación acelerada de fármacos, lo que hacía necesario que la FDA definiera el embarazo como una “enfermedad” y afirmara que estos peligrosos fármacos proporcionan un “beneficio terapéutico significativo” respecto a los tratamientos existentes”.
“Pero el embarazo no es una enfermedad, ni los fármacos abortivos químicos proporcionan un beneficio terapéutico sobre el aborto quirúrgico. Al afirmar estas conclusiones demostrablemente falsas, la FDA se extralimitó en su autoridad reguladora para aprobar los medicamentos, además de que la FDA nunca estudió la seguridad de la mifepristona bajo las condiciones de uso etiquetadas, ignoró los impactos potenciales del régimen de bloqueo hormonal en los cuerpos en desarrollo de las adolescentes, ignoró la evidencia de que los medicamentos para el aborto químico causan más complicaciones que el aborto quirúrgico y eliminó las salvaguardias necesarias para las niñas y las mujeres embarazadas que toman el régimen.
En 2021, la FDA permitió a los abortistas enviar por correo la mifepristona, lo que, según la ADF, supone “una violación directa de la ley federal”.
El caso que podría dar la razón a las organizaciones médicas y provida y detener la venta y distribución de “píldoras asesinas” en todo Estados Unidos es “Alliance for Hippocratic Medicine v. U.S. Food and Drug Administration”, no. 2:22-cv-223, en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Texas.
Obviamente, la vicepresidenta Kamala Harris no se niega a sí misma y con sus amenazas ha representado los deseos y preocupaciones de las muchas corporaciones pro-aborto que ella y el presidente Biden representan y anteponen a los derechos de los niños concebidos.