Un nuevo estudio sobre los efectos del aborto en la salud de las mujeres concluye, entre otras cosas, que no hay pruebas científicas de que el aborto proteja o mejore la salud mental de las mujeres. Así pues, el estudio cuestiona en parte la actual regulación legal alemana del aborto.
A lo largo de 12 meses, el equipo interdisciplinar de científicos examinó la calidad y las afirmaciones de 13 estudios internacionales citados con frecuencia sobre el aborto y la salud de la mujer.
Concluyen que una proporción sustancial de estudios internacionales metodológicamente bien realizados coinciden en que el aborto se asocia a un mayor riesgo de problemas de salud mental o agrava los problemas existentes. El aborto, por ejemplo, se asocia estadísticamente con un mayor riesgo de suicidio e intentos de suicidio, adicción, abuso de alcohol y drogas, depresión y ansiedad. Los abortos múltiples aumentan el riesgo.
No obstante, el estudio afirma que, debido a problemas metodológicos, no existe un método científicamente válido para excluir o probar de forma fiable una conexión causal directa entre un aborto y las consecuencias psicológicas posteriores:
“Habría que asignar, como por ejemplo en un ensayo farmacológico, a un grupo de mujeres con condiciones previas completamente iguales y de forma aleatoria a un “grupo de aborto” o a un “grupo de parto” tras un embarazo no planificado/no deseado, sin que la mujer o el médico supieran quién fue asignado a cada grupo. El diseño de este estudio aleatorizado, controlado y doble ciego es completamente inutilizable en este caso y debe rechazarse también por motivos éticos, explica la especialista en ética y coautora del estudio Susanne Kummer.
Sin embargo, no se ha podido demostrar científicamente la hipótesis de que el aborto tenga un efecto positivo en la psique de la mujer. El estudio también concluyó que el aborto tampoco tiene ningún efecto terapéutico en la reducción de los riesgos psicológicos en comparación con las mujeres que dan a luz tras un embarazo no deseado o no planificado.
Esto cuestiona en parte la indicación médica de los abortos en Alemania y Austria, entre otros países. Aquí, los abortos están exentos de castigo desde hace casi 50 años, para evitar un supuesto “daño grave a la salud mental de la embarazada”. Pero sí “está demostrado que el aborto no tiene ningún efecto positivo en la psique de la mujer y, por tanto, no ofrece ningún factor de protección para la salud mental -en lo que coinciden estudios serios-, falta la base científica para esta construcción legal”, resumen los científicos.
En cambio, piden que se eduque mejor a las mujeres sobre las opciones de adopción y que se proteja a los grupos de riesgo especiales, como las mujeres con enfermedades mentales preexistentes o las que ya han abortado varias veces.
El estudio se publicará en la primavera de 2023 en la serie “Estudios IMABE” del Instituto de Antropología Médica y Bioética (IMABE).
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