El 21 de octubre de 1994, Austin Ruse, un destacado activista conservador, fundó en la ciudad de Nueva York el Catholic Family and Human Rights Institute (C-FAM). Esta organización se convirtió en una piedra angular de la defensa internacional de la vida y la familia, centrándose en influir en la política mundial en las Naciones Unidas para proteger la vida de los no nacidos, el matrimonio tradicional y los derechos de los padres contra lo que describe como agendas seculares «radicales» sobre los derechos reproductivos y la ideología de género.
La fundación de C-FAM marcó un momento crucial en el cambio del movimiento conservador hacia la diplomacia internacional. Antes de 1994, los esfuerzos en favor de la vida eran en gran medida nacionales; Ruse, basándose en su experiencia en círculos conservadores, creó un grupo de vigilancia para supervisar y presionar en las conferencias de la ONU, como la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de 1994 en El Cairo, donde logró rechazar un lenguaje abortista expansivo en los acuerdos mundiales. Desde entonces, la labor del instituto ha configurado las posiciones conservadoras en más de 20 organismos de la ONU, colaborando con grupos como el Family Research Council y la Santa Sede para promover los valores de la «familia natural».
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