Peligra la libertad de conciencia de los médicos con el “nuevo Código Deontológico”

Más de 250 médicos pidieron a la Asociación Médica Mundial que preservara la libertad de conciencia. Sin embargo, la ambigua redacción adoptada ahora sobre la cuestión puede ser fácilmente utilizada para lo contrario en el futuro

La Asociación Médica Mundial, con una redacción ambigua en su recién publicado Código de Deontología Médica, permite una futura restricción de la libertad de conciencia de los médicos con respecto al aborto y la eutanasia.

La Asociación Médica Mundial es una federación internacional de asociaciones médicas nacionales. Se fundó en 1947 y representa a 112 asociaciones profesionales; el miembro alemán es la Asociación Médica Alemana. Parte de su trabajo es la publicación de directrices éticas sobre temas médicos para garantizar un alto nivel ético internacional en la medicina.

En el curso de la nueva publicación de su Código Internacional de Ética Médica, el 8 de octubre, se discutió de forma controvertida la cuestión de la libertad de conciencia médica en particular.

Los médicos canadienses han pedido al gobierno federal que restrinja la libertad de conciencia de los médicos: por ejemplo, los médicos tendrían que remitir a las personas que legalmente quieran ser asesinadas por un médico a médicos dispuestos a ello, incluso si ellos mismos consideran que la eutanasia es reprobable.

El derecho a la libertad de conciencia ha protegido hasta ahora a los médicos y al personal sanitario de realizar o participar en tratamientos y prácticas que violen su propia conciencia por motivos religiosos o morales.

Más de 250 médicos escribieron entonces a la Asociación Médica Mundial diciendo que la libertad de conciencia debía ser preservada. El Código, publicado ahora el 8 de octubre, establece en su punto 30 que un médico puede rechazar un procedimiento médico legítimo si no perjudica o discrimina al paciente y no pone en peligro su salud.

Pero precisamente con las claves “la prohibición del aborto discrimina a la mujer” y “el aborto es un servicio sanitario” se ha intentado durante décadas reinterpretar la denegación del aborto como discriminación y privación de un tratamiento médico necesario. Por lo tanto, no se puede negar que la redacción utilizada en el punto 30 podría, por el contrario, utilizarse para restringir la libertad de conciencia en caso de que la opinión pública siga volviéndose a favor de los defensores del aborto.

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