El Tribunal Constitucional de Ecuador ha despenalizado recientemente la eutanasia, desatando una ola de polémica. El tribunal defendió su decisión afirmando que salvaguarda los derechos a una vida digna y a la libertad personal.
Según el tribunal, un médico que administre la eutanasia no está sujeto a una pena de homicidio, ya que podría preservar una vida digna para los pacientes.
La sentencia es consecuencia de un caso presentado por Paola Roldán, una paciente que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurológica degenerativa. Roldán defendió el derecho a una muerte digna para las personas con enfermedades graves e incurables.
El tribunal dio a los legisladores un plazo de un año para elaborar una normativa sobre la eutanasia, al tiempo que concedió a Roldán un proceso acelerado bajo estrictas condiciones.
La sentencia llevará a los médicos a matar a sus pacientes, lo que plantea problemas éticos. Ecuador, con esta transformación, se ha convertido en el segundo país sudamericano, después de Colombia, en el que un alto tribunal anula leyes que salvaguardan a las personas del homicidio por decisión judicial.
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