Last updated on diciembre 16th, 2025 at 11:23 am
Una coalición de destacadas figuras del deporte, entre ellas el entrenador ganador de la Super Bowl, Barry Switzer, y 31 olímpicos —entre ellos 12 medallistas como Martina Navratilova y Kerri Walsh-Jennings—, ha firmado un escrito de ámicus curiae instando al Tribunal Supremo a defender las leyes que protegen los deportes femeninos de las atletas transgénero. Este esfuerzo, respaldado por 124 firmas, entre ellas competidoras y familiares afectados, se produce antes de los argumentos orales de enero para los casos Little contra Hecox y West Virginia contra BPJ. Estas leyes en Idaho y Virginia Occidental pretenden preservar la equidad y la seguridad en el atletismo femenino excluyendo a los varones biológicos que se identifican como transgénero.
El escrito argumenta con contundencia que permitir que los hombres transgénero compitan contra las mujeres inflige daños psicológicos y físicos irreversibles, describiéndolo como una «humillación pública y sufrimiento» que erosiona la igualdad de oportunidades para las mujeres. Pide al Tribunal que reafirme el derecho de los estados a proteger a las mujeres y las niñas, garantizando que las distinciones de sexo biológico sigan siendo la norma para evitar la exclusión de sus propias categorías. Signatarios como el ex mariscal de campo de la NFL Steve Stenstrom y los medallistas de oro olímpicos enfatizan el daño a largo plazo, desde la humillación durante los eventos hasta los recuerdos duraderos del ridículo sancionado.
En marcado contraste, 130 demócratas del Congreso, entre ellos radicales como Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar, junto con los líderes de la Cámara de Representantes Hakeem Jeffries y Nancy Pelosi, han presentado un escrito en apoyo de las demandantes transgénero. Liderado por figuras como la representante Becca Balint y la senadora Mazie Hirono, este grupo busca anular las protecciones estatales, alegando violaciones del Título IX, aunque la ley no concede explícitamente a los varones biológicos el derecho a competir como mujeres. Notablemente ausentes están moderados como el senador John Fetterman y el líder del Senado Chuck Schumer.
Los casos se derivan de las victorias iniciales en los tribunales inferiores para los atletas transgénero: En Idaho, Lindsay Hecox impugnó una prohibición para unirse al equipo de campo traviesa femenino de Boise State, lo que llevó a una orden judicial confirmada por el Noveno Circuito; Hecox más tarde intentó retirarse, pero se le negó. En Virginia Occidental, Becky Pepper-Jackson aseguró los derechos de participación, con el Cuarto Circuito dictaminando que la ley violaba el Título IX y la igualdad de protección. Una decisión del Tribunal Supremo podría afirmar decisivamente la autoridad de los estados para salvaguardar los deportes femeninos en todo el país, contrarrestando los esfuerzos para desdibujar las realidades biológicas.













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