El presidente Trump está a punto de firmar dos órdenes ejecutivas el lunes, prohibiendo a los miembros transgénero del servicio y erradicando los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión de las fuerzas armadas.
Esta medida se basa en una orden ejecutiva que Trump había promulgado inicialmente en su primer día en el cargo, que revocaba una política de la administración Biden de 2021 que permitía a las personas transgénero servir abiertamente en el ejército.
Con esta nueva orden, la política de Trump dará un paso más, definiendo las normas militares sobre pronombres e identidad de género.
También ordena que se prohíba servir en el ejército a unos 1.500 presos federales varones que se autoidentifiquen como mujeres, basándose en cuestiones relativas a la preparación mental y física.
Las órdenes estipulan que los militares requieren una gran resistencia, fuerza y capacidad para soportar exigencias físicas extremas, y afirman que los tratamientos posteriores a la transición suelen durar un mínimo de 12 meses, a menudo con el uso de narcóticos pesados.
Durante este periodo, las personas transexuales no pueden cumplir los requisitos de preparación militar y necesitan atención médica continua, lo que es incompatible con las necesidades de despliegue.
Esta medida ha suscitado reacciones encontradas, y la organización feminista Frente de Liberación de la Mujer (WoLF) la ha calificado de “gran victoria”.
Sin embargo, Shannon Minter, del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, advierte de que es probable que esta política provoque un aumento de las “violaciones y agresiones físicas” a personas transexuales.
Las órdenes ejecutivas también pretenden prohibir el uso de los llamados “pronombres inventados” en el ejército e impedir que los hombres y las mujeres biológicos utilicen instalaciones del sexo opuesto.
La orden también “actualizará todas las normas médicas del Departamento de Defensa para garantizar que priorizan la preparación y la letalidad”.
Además, la nueva orden de Trump eliminará todas las ramas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en el ejército.
Estos programas, que la orden caracteriza como un “asalto woke” a las Fuerzas Armadas, han dado lugar supuestamente a una baja moral y a las peores cifras de reclutamiento desde 1940.
La orden afirma que los programas DEI dividen aún más a las Fuerzas Armadas en función de la raza, el sexo u otras características inmutables, lo que disminuye la cohesión y la eficacia militar.
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