Chile y Portugal: sí a la vida y a la familia

Tal vez sólo por un tiempo. Pero a veces ocurren cosas buenas e inesperadas. Y ahora mismo, es justo alegrarse.

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Last updated on enero 8th, 2022 at 04:44 pm

En un mundo cada vez más hostil, la batalla por la defensa de la vida humana inocente y de la familia natural no depende del hecho de tener muchos o pocos aliados, ni de hacer acopio de una cantidad ingente de buenas noticias. Pero de vez en cuando algo se interpone en el camino, haciendo que la gente tropiece.

El martes 30 de noviembre de 2021, el Senado de Santiago, capital de Chile, se tropezó consigo mismo. Estaba prevista la votación de un proyecto de ley recientemente aprobado por la Cámara de Diputados para legalizar el “matrimonio” entre personas del mismo sexo, aunque que las uniones civiles entre personas del mismo sexo ya son legales desde 2015. La votación, largamente esperada por las fuerzas políticas afines, de hecho la mayoría, no tuvo lugar finalmente. El dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que habría dado paso a una votación inmediata, fue negativo. Así que el proyecto de ley vuelve ahora a los parlamentarios (un grupo selecto de senadores y diputados) para que, de acuerdo con una decisión de la Comisión, puedan poner sus manos en el texto y limar los numerosos desacuerdos que hay en él. El grupo designado se reunirá el lunes.

Si el proyecto de ley hubiera sido aprobado en el Senado, Chile habría pasado a engrosar la lista de países iberoamericanos en los que el “matrimonio” entre personas del mismo sexo es legal: Costa Rica, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay, Argentina y 14 de los 32 Estados que componen la federación de México. También hubiera permitido a las parejas del mismo sexo adoptar niños.

Y no sólo eso. El martes también se estaba gestando en la Cámara un segundo proyecto de ley -originalmente presentado en 2018- para legalizar el aborto hasta la semana 14 de la vida de un bebé en el vientre de su madre. Si esto ocurriera representaría un cambio enorme, radical para Chile dado que el aborto -ilegal hasta 2017- en estos momentos sólo es legal bajo los supuestos que la vida de la madre esté en riesgo, si se considera que el bebé no sobrevivirá al nacimiento en caso de parto prematuro dictado por un servicio de emergencias médicas y si el embarazo es producto de una violación.

Esta segunda propuesta, aprobada en principio en septiembre, tampoco vio la luz: el Parlamento la congeló, pidiendo de nuevo la revisión de un texto que se considera insatisfactorio. Sin embargo, el reglamento de la Cámara de Diputados chilena establece que la misma propuesta sólo puede volver a presentarse después de mínimo un año. También falta la aprobación del Senado.

Todo esto es literalmente extraordinario, dado que las fuerzas activas en el país que procuran la aprobación de ambas medidas son realmente fuertes; en el parlamento cuentan con una sólida mayoría y entre los aplausos para la primera de las propuestas también está el fuerte aplauso del premier de centro derecha, Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique.

¡Viva Chile! pues, pero también ¡viva Portugal!, donde el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha vetado la segunda ley a favor de la eutanasia propuesta en el país, y que acaba de ser aprobada por el Parlamento. No es la primera vez que Rebelo pone un palo en las ruedas de los sicarios de la muerte. Ahora bien, el Parlamento portugués se disolvió el 5 de diciembre de 2021 y no se podrá presentar una nueva medida en esta línea de la cultura de la muerte antes de las elecciones del 30 de enero. Si hubiera entonces una mayoría parlamentaria diferente, la pesadilla de la eutanasia pasaría de largo de Lisboa. Por supuesto, la vida y la familia sufren otros problemas en el país ibérico, pero el vaso está medio lleno y eso es algo que vale la pena destacar.

Porque lo es. A veces ocurren cosas buenas e inesperadas.

Traducido por Jordi Picazo

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