La Asociación Mundial de Atletismo anunció el pasado año que no se permitirá a los atletas transexuales participar con miembros del sexo opuesto.
Esto sustituirá a la norma que permitía a los atletas masculinos competir junto a las mujeres si reducían artificialmente su nivel de testosterona por debajo de un determinado nivel durante doce meses.
El Presidente Lord Sebastian Coe declaró que la decisión estaba “guiada por el principio general de proteger la categoría femenina”, pero afirmó que el organismo rector del atletismo seguiría trabajando en las directrices de elegibilidad de los transexuales.
Tras consultar a las principales partes interesadas, entre ellas 40 federaciones miembros, atletas, grupos de transexuales y entrenadores, el Consejo decidió que no se debía permitir a los hombres biológicos competir junto a las mujeres en la élite.
El Consejo consideró que permitirlo “comprometería la integridad de las competiciones femeninas” y, por lo tanto, “no puede en conciencia” permitir que las normas se mantengan tal y como están en la actualidad.
Lord Coe declaró que la decisión iba “en el mejor interés de nuestro deporte”, añadiendo que: “Las decisiones son siempre difíciles cuando implican necesidades y derechos contrapuestos entre distintos grupos, pero seguimos creyendo que debemos mantener la equidad para las atletas por encima de cualquier otra consideración.”
Sin embargo, afirmó que la cuestión no está cerrada y que la Asociación Mundial de Atletismo “se guiará por la ciencia sobre el rendimiento físico y la ventaja masculina que inevitablemente se desarrollará en los próximos años. A medida que dispongamos de más pruebas, revisaremos nuestra postura, pero creemos que la integridad de la categoría femenina en el atletismo es primordial”.
Se creará un grupo de trabajo para establecer directrices sobre la elegibilidad de los transexuales, el grupo consultará a los atletas transexuales para conocer su opinión sobre la participación en el atletismo, revisará las investigaciones existentes y encargará otras cuando los datos sean insuficientes para extraer conclusiones significativas, y después hará recomendaciones al Consejo Mundial de Atletismo sobre la futura elegibilidad.
Las normas recién anunciadas, que entraron en vigor el 31 de marzo del pasado año, prohíben competir en la clasificación mundial femenina a las atletas que hayan pasado por lo que el Atletismo Mundial ha denominado “pubertad masculina”.
La Asociación Mundial de Atletismo declaró que la exclusión se aplicaría a los “atletas transgénero de hombre a mujer que hayan alcanzado la pubertad masculina”.
Bueno, un primer paso para volver al sentido común y evitar discriminar y penalizar a los deportistas de ambos sexos. Se acabó el “machismo transgénero” en el deporte.
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