En una demanda sin precedentes, una profesora de California emprende acciones legales contra los altos funcionarios del estado por lo que ella afirma que es una política de género que le obligaba a engañar a los padres y a animar a los alumnos a llevar una “doble” vida. La política, aplicada en el Distrito Escolar Unido de Escondido (EUSD), supuestamente obligaba a los profesores a apoyar la “transición social” de los alumnos utilizando sus pronombres preferidos y nombres específicos de género durante el horario escolar.
La demandante Elizabeth Mirabelli argumenta que la política obligaba a ocultar a los padres información crítica sobre la salud mental y emocional de los alumnos, enseñando a los niños a vivir con nombres y pronombres diferentes dentro y fuera de la escuela. No sólo era confuso y difícil para los profesores, sino que también contrarrestaba el derecho de los padres a conocer el bienestar de sus hijos.
Aunque la oficina del gobernador ha argumentado en contra de ser nombrada en la demanda, alegando que la ley federal exime a los dirigentes estatales de tales casos, el equipo de defensa legal que representa a los profesores sostiene que el Departamento de Educación del estado influyó en gran medida en la política impugnada.
La demanda, que pretende acabar con este tipo de políticas en todo el país, podría tener un impacto significativo en la aplicación de políticas de género en las escuelas de todo el país. En la actualidad no está claro cómo se desarrollará el proceso judicial, pero este caso plantea sin duda un importante desafío al planteamiento estatal sobre el género y la identidad en los entornos escolares.