Un nuevo y audaz documental titulado The Great Indoctrination (El gran adoctrinamiento) se presenta como una herramienta de cambio cultural para exponer la toma de control de las escuelas estadounidenses por parte de la izquierda. Creada durante más de dos años y medio por el joven cineasta Myles Vosylius, la película pretende revelar cómo las agendas ideológicas han suplantado la verdadera educación, e inspirar un retorno a los ideales clásicos de verdad, bondad y belleza.
Vosylius advierte que “las instituciones académicas convencionales no quieren que nuestros estudiantes sean capaces de pensar por sí mismos, de ser capaces de discernir la verdad”. Él plantea esto como una batalla por las mentes de los jóvenes, con la película sirviendo como una llamada de atención. Espera que los estudiantes se vean a sí mismos como David enfrentándose a Goliat, reconociendo la cruda contienda por su educación.
Los partidarios en la escena de la educación conservadora y clásica se hacen eco de la urgencia de este proyecto. Jeremy Wayne Tate, una voz respetada en el movimiento, lo calificó como “el documental educativo más importante en una generación”. Él y otros creen que la película podría galvanizar a padres, profesores y reformadores para desafiar el paradigma progresista imperante en las escuelas.
El estreno del documental está previsto para el 6 de noviembre, y se espera que le siga un estreno en línea. Los productores sugieren que no solo diagnosticará el problema, sino que también busca encender una chispa para la renovación educativa en todo el país y más allá.
En una época en la que muchas instituciones impulsan la conformidad ideológica, The Great Indoctrination se presenta como algo más que una película: es una llamada a las armas. Llama a los defensores de las mentes libres y la educación virtuosa a levantarse, resistir el adoctrinamiento y reclamar las escuelas como lugares de aprendizaje, no de guerra política.