Un distrito escolar de la Columbia Británica prohibió a la madre Bryony Dixon la entrada en las instalaciones escolares después de que criticara públicamente a uno de los profesores de su hijo por llevar una camiseta con la bandera del «Orgullo Progresista». El distrito escolar de Nanaimo-Ladysmith afirmó que su publicación en Facebook «ponía en riesgo a un miembro del personal y violaba las políticas del distrito».
Dixon publicó una foto del profesor con la camiseta del orgullo el 2 de septiembre, expresando su preocupación por que tales símbolos promuevan la propaganda radical. Advirtió que podrían seguir ideologías “divisivas y radicalizadoras”, narrativas pseudocientíficas y una cultura de agravios impulsada por la ideología. Dijo que la camiseta le daba “escalofríos”, no porque nombrara a ningún individuo ni se refiriera a la identidad de género de nadie, sino porque se oponía a la ideología.
Una carta de un superintendente adjunto ordenó a Dixon que retirara la publicación, alegando una violación del Código de Derechos Humanos de la Columbia Británica y diciendo que la publicación corría el riesgo de «incitar a la violencia» contra el personal escolar. Dixon se negó. En respuesta, el distrito emitió una orden de exclusión en virtud de la Sección 177 de la Ley de Educación, prohibiéndole la entrada a la Escuela Intermedia de Ladysmith hasta el 30 de junio de 2026.
Dixon ha retirado ahora a su hijo de la escuela y planea educarlo en casa. Dice que muchos padres comparten sus recelos sobre la ideología de género en las escuelas, pero en su mayoría se abstienen de hablar. También afirma que el distrito escolar ha vigilado previamente sus redes sociales debido a su participación anterior en eventos públicos en los que se debatía la ideología de género.
Dixon insiste en que no identificó al profesor, ni acusó a nadie de mala conducta; su preocupación radica en la ideología simbolizada por la camiseta del orgullo y sus implicaciones. Este caso demuestra que las escuelas no son meros centros educativos, sino que están imponiendo una ideología y sofocando la disidencia. Dixon dice que llevaría el asunto a los tribunales, argumentando que el distrito no sigue sus propias políticas sobre la consulta a los padres y el debate libre.