Un alarmante informe de Concerned Women for America revela que más del 40 por ciento de la programación infantil de Netflix —específicamente los programas clasificados como G y TV-Y7— promueve contenido LGBT, incluyendo representaciones explícitas de relaciones homosexuales, personajes transgénero e identidades no binarias. Esta infiltración de ideologías radicales en contenido destinado a mentes jóvenes e impresionables subraya una agenda deliberada para socavar los valores familiares tradicionales y normalizar comportamientos que contradicen las enseñanzas bíblicas y morales.
Lejos de ser entretenimiento inocente, estos programas sirven como herramientas de ingeniería cultural, exponiendo a los niños a conceptos que los padres deberían introducir en sus propios términos, si es que lo hacen. La tendencia está escalando rápidamente: en 2021, el 42 por ciento de los nuevos programas infantiles de Netflix incorporaron temas LGBT, aumentando a un impactante 60 por ciento en 2023. Netflix aumentó drásticamente sus personajes queer a partir de 2019, con una aceleración posterior a 2021, coincidiendo con un aumento en la autoidentificación de la Generación Z como LGBT de aproximadamente el 11 por ciento en 2017 a más del 20 por ciento en la actualidad, el doble de la tasa de la población general.
Esta correlación sugiere que la exposición mediática generalizada no solo está reflejando a la sociedad, sino que la está remodelando activamente, alejando a los jóvenes vulnerables de los roles de género naturales y las normas heterosexuales hacia la confusión y la experimentación. Los conservadores han advertido durante mucho tiempo que los ejecutivos del entretenimiento ven los medios infantiles como un campo de batalla para la conquista ideológica. Como lo demuestra la admisión de un productor de Disney de una «agenda gay para nada secreta», los creadores están elaborando intencionalmente historias para transformar las normas culturales en lugar de simplemente entretener. Los niños, al ser altamente miméticos, absorben e internalizan estos mensajes a través de la visualización repetida, lo que normaliza la desviación y erosiona los valores fundamentales como el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Precedentes históricos, como la forma en que «Will & Grace» cambió las actitudes públicas sobre la homosexualidad, resaltan el poderoso papel de la televisión en la decadencia moral. Los infractores específicos de Netflix incluyen «The Baby-Sitters Club», «She-Ra and the Princesses of Power», «The Mitchells vs. the Machines», «Kipo and the Age of Wonderbeasts», «Nimona», «First Kill», «CoComelon Lane» (con dos papás gays), «Anne with an E», e incluso programas preescolares como «Ridley Jones», con personajes no binarios y padres del mismo sexo. Los padres deben proteger diligentemente a sus familias boicoteando tales plataformas y buscando alternativas saludables que refuercen la virtud, la fe y los principios tradicionales, para que no perdamos la próxima generación ante esta propaganda insidiosa.













Discussion about this post