El 25 de enero se expusieron en Nueva York dos estatuas grotescas: una en lo alto del tejado de la División de Apelaciones del Tribunal Supremo del Estado y la otra en el cercano Madison Square Park.
Las estatuas representan a una mujer con poca ropa y cuernos rizados en la cabeza. La naturaleza demoníaca de estas estatuas es evidente, ya que la escultora, Shahzia Sikander, ha declarado públicamente que son un apoyo al “derecho” al aborto y una oda a la ex jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg, firme defensora de estos llamados “derechos”.
Aunque estas estatuas no tuvieran un aspecto tan abiertamente demoníaco, en principio seguirían siendo un símbolo del dominio del Diablo sobre este mundo a través del asesinato continuado de niños no nacidos. Su aparición no hace sino consolidar cualquier sensación de maldad en nuestro mundo actual.
Muchos líderes conservadores y provida, indignados ante esta descarada aceptación del mal, expresaron su preocupación en las redes sociales.
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