Mujeres cristianas: países donde la violencia es casi legal

La mayoría de las víctimas tienden a guardar silencio por miedo a las represalias.

Mujeres pakistaníes

Imagen de ACN Internacional

En muchos países afroasiáticos, la violencia contra las mujeres tiene una motivación religiosa. El reciente informe de la rama canadiense de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, titulado Escucha sus gritos: El secuestro, la conversión forzada y la victimización sexual de mujeres y niñas cristianas, confirma una tendencia ya conocida y terriblemente creciente de violaciones, matrimonios y conversiones forzadas. El documento detalla los estudios de casos recurrentes, basándose en particular en Egipto, Irak, Siria, Mozambique, Nigeria y Pakistán.

Según “Ayuda a la Iglesia Necesitada”, más del 70% de las mujeres y niñas obligadas a casarse o convertirse son cristianas. “Los autores saben que sus posibilidades de ser condenados se reducen considerablemente si limitan sus ataques a las minorías religiosas”.

Pero, según el informe, los casos que aparecen en los titulares son sólo la punta del iceberg. La mayoría de las víctimas tienden a guardar silencio por temor a nuevas represalias. Para” Ayuda a la Iglesia Necesitada”, los casos de mujeres perseguidas y chantajeadas por motivos religiosos siempre han sido poco denunciados, principalmente por el temor a avergonzar a las víctimas y a sus familias. Además del estigma social, otro incentivo para el silencio es el miedo a las represalias: las familias de las víctimas tienden a no hablar por temor a más violencia. En particular, en Pakistán, la policía y el poder judicial están en connivencia con los violentos.

Tribunales en connivencia con el islamismo

En los lugares donde el cristianismo es minoritario, muchas mujeres cristianas se ven obligadas a convertirse, sobre todo al Islam, para que el fundamentalismo pueda encontrar nuevos adeptos en sus hijos. Los combatientes del ISIS, por ejemplo, han intentado deliberadamente maximizar las conversiones de mujeres cristianas en Siria para asegurarse una nueva generación de yihadistas. Y en Nigeria, Boko Haram utiliza la violencia contra las mujeres como herramienta para provocar un éxodo masivo de cristianos del norte del país.

¿Quién les ayudará?

Entre los casos denunciados en el informe está el de Farah Shaheen, una joven cristiana paquistaní secuestrada a los doce años, obligada a casarse y luego encadenada como una esclava. Cuando su padre denunció el incidente, la policía se negó tanto a escucharlo como a denunciarlo. Los peritos médicos del tribunal declararon que la niña tenía edad suficiente para estar legalmente casada; por lo tanto, rechazaron el certificado de nacimiento que confirmaba que tenía 12 años en el momento del secuestro.

Por su parte, las instituciones políticas y judiciales reflejan las normas culturales y religiosas de la mayoría, e incluso en los países donde “la shari’a” no está oficialmente en vigor, existen códigos de conducta que tienden a prevalecer sobre el derecho civil. Así que los tribunales y todo el sistema judicial son parciales contra los cristianos. “Es muy difícil ser una chica cristiana en nuestro país”, dice una víctima anónima, entrevistada por “Ayuda a la Iglesia Necesitada”. “Por eso nuestras niñas son a menudo secuestradas y los abusos que tienen que sufrir son demasiado terribles para imaginarlos. Es realmente aterrador. ¿Quién está dispuesto a ayudarnos?

Las mujeres (y los hombres) que se preocupan por el destino y la dignidad de las mujeres deberían preocuparse por estas cosas.

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