Last updated on marzo 1st, 2020 at 06:10 am
En España, el lema de la Guerra Civil «¡No pasarán! » parece hacer eco. La izquierda todavía lo agita, para impedir la aprobación de una medida propuesta por el partido de derecha Vox contra la ideología de género en las escuelas. La referencia histórica no es de ninguna manera una excesiva sugestión: el Ministro de Transporte del nuevo gobierno con un fuerte tinte rojo, José Luis Ábalos, de hecho, ha llegado a hablar de un «retorno al fascismo».
La iniciativa propuesta por Vox se llama «Pin Parental» o «control parental» y prevé la aprobación de un documento que daría a las madres y padres la posibilidad de exonerar a sus hijos de actividades o cursos escolares no deseados, tanto extracurriculares como complementarios. En la mira está, concretamente, la ideología de género, que también en España ha suscitado grandes polémicas en los últimos años. Incluido en el programa político de Vox para las elecciones generales de abril, el «Pin Parental» se ha hecho realidad en la comunidad autónoma de Murcia, en el sureste del país, donde la formación de derecha es el primer partido. Feroces las reacciones de sindicatos, oposiciones y grupos feministas, cuyo argumento se basa en el hecho de que las actividades complementarias son obligatorias. En un momento de frenesí ideológico, la ministra de Educación, Isabel Celaá, ha llegado a argumentar que «no podemos pensar de ninguna de las manera que los hijos pertenecen a los padres». Sin embargo, Vox no retrocede, sino que relanza: reforzado por las disposiciones constitucionales que dan a los padres la prioridad educativa de sus hijos, les gustaría extender el «control parental» en toda la península ibérica. El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera, también intervino al respecto, en una carta recordó que «solo las dictaduras dicen que el deber de educación corresponde al Estado, ya que los niños no son de los padres, no pertenecen a los padres, pero al Estado ».
«Protejamos la Constitución española»
Entrevistado por «iFamNews», el promotor de la iniciativa, el subsecretario nacional del partido sobre los temas de la Formación y durante 25 años profesor, Antonio de Miguel, explica que «Pin Parental” es una herramienta ganadora, porque es una fórmula de libertad que contrasta el adoctrinamiento de la ideología de género presente en los centros educativos españoles ». El «Pin Parental», agrega, «permite a los padres saber qué ofrecen exactamente estos cursos, potencialmente invasivos de la conciencia y la intimidad, permitiéndoles reflexionar y decidir si dejar que sus hijos participen». De Miguel recuerda, además, que la Constitución española, en el artículo 27.3, garantiza a los padres que sus hijos en la escuela » reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Vox asegura que hay muchos padres y madres que apoyan esta batalla. «Los padres, precisamente porque padres», observa de Miguel, «tienen derechos y deberes educativos, por lo tanto, quieren conocer las actividades, sus contenidos, los materiales, las fechas, la duración, quiénes son y qué títulos tienen las personas que se sientan en la cátedra así como el nombre de la organización a la que pertenecen ». Bueno, el «Pin Parental» establece, de hecho, que estos datos se pongan a disposición para permitir a los padres decidir si exonerar a los hijos, proponiéndoles actividades alternativas. Pero, observa de Miguel, la iniciativa acabó en la mira del gobierno de izquierda por razones ideológicas. «Quieren hundir sus garras», dice, «en la educación de nuestros hijos». Pero no solo. El exponente de Vox cree que el Partido Socialista de Pedro Sánchez está arrojando «una cortina de humo mediático para desviar la atención de temas importantes, como el «escándalo de los Ere»en Andalucía, o el nombramiento como Fiscal General del Estado de Dolores Delgado», ministro de Justicia del primer gobierno de Sánchez,» que amenaza explícitamente la separación de poderes «. «Así como se quiere cubrir», dice de Miguel, «un escándalo relacionado con la prostitución infantil que estalló en Mallorca y que los medios progubernamentales solo enfrentan de puntillas».
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