En una importante victoria provida, Planned Parenthood of the Heartland, la ACLU de Iowa y la Clínica Emma Goldman han decidido no continuar su lucha legal contra la estricta ley del aborto del estado, que el Tribunal Supremo de Iowa ratificó recientemente.
La sentencia confirmó que no existe un derecho constitucional al aborto en el estado.
Esta decisión permite la aplicación de la ley de Iowa sobre el latido fetal, que protege a la mayoría de los niños no nacidos tras detectar la actividad cardiaca del feto, en torno a las seis semanas de embarazo.
El Tribunal Supremo de Iowa sostuvo el 28 de junio de 2024 que el estado sólo necesita demostrar una “base racional” para las leyes que restringen el aborto, un requisito mucho menor para los legisladores que pretenden limitar o erradicar el acceso a los abortos.
Tras la decisión del tribunal, la gobernadora Kim Reynolds, firme defensora de esa ley desde 2018, la consideró una “victoria para la vida”.
El juez Matthew McDermott, autor de la decisión mayoritaria, sostuvo que el aborto no es un derecho fundamental según la Constitución de Iowa.
Afirmó que el estatuto sobre el latido cardíaco fetal se relaciona lógicamente con el interés legítimo del Estado en proteger la vida de los no nacidos.
Discussion about this post