Los legisladores se disponen a tomar medidas enérgicas contra la trata de niños para la exportación

Se ha preparado en la Duma Estatal (la cámara baja del parlamento Ruso) un proyecto de ley que restringen seriamente los vientres de alquiler Los diputados pretenden prohibir a los extranjeros que recurran a estas técnicas -cosificadores del ser humano-, restringiendolas en Rusia sólo para las parejas casadas.

Un grupo de diputados de la Duma Estatal preparó un proyecto de ley que podría introducir una serie de restricciones respecto los Vientres de alquiler. En particular, si se aprueba la ley, los extranjeros y las personas solteras (donde se incluyen lógicamente los miembros de “minorías sexuales”) no podrán “encargar” hijos a las madres de alquiler en Rusia. Además, se prevé la prohibición de la publicidad de los vientres de alquiler. El diputado de la Duma Estatal Pyotr Tolstoy (Peter Tolstoi), entre otros, participa en la redacción del documento.

Este paso de los legisladores rusos sólo puede ser acogido con satisfacción. La maternidad subrogada -los vientres de alquiler- que se intenta presentarse al público como una ayuda a las parejas que sufren de infertilidad, en realidad esconde una profunda inmoralidad envuelta en aspectos abiertamente turbios cuyas consecuencias son nefastas.

Sólo unas pocas de esas trágicas consecuencias salen a la luz. El año pasado, un bebé nacido por estas técnicas en un apartamento de alquiler murió en la ciudad de Odintsovo, en la región de Moscú. En el mismo lugar también encontraron tres bebés más, niños destinados a Filipinas y China. Unos meses después, en un apartamento similar en Moscú, encontraron más bebés . Fruto de programas de subrogación ocultos y destinados a la “exportación” a China. Un Comité de Investigación ruso inició un proceso penal, calificando el episodio como tráfico ilegal de personas, prohibido por el Código Penal de Rusia.

En otoño, otro bebé encargado por “clientes” chinos murió en la ciudad de Gatchina. Otro más murió en San Petersburgo – y en este caso fue uno de los muchos bebés “comprados” por una pareja homosexual con la ayuda de una compañía china Blued Baby especializada en proveer tales servicios a parejas del mismo sexo. Se ha puesto en marcha la exportación -y explotación- de niños para parejas del mismo sexo desde la ciudad de San Petersburgo, con la mediación de empresarios sin escrúpulos chinos.

Y este no es un caso aislado ni el primero de este tipo. En 2015, uno de los acusados en el actual caso criminal, Konstantin Svitnev, jefe de Rosjurconsulting (empresa dedicada a los vientres de alquiler), afirmó a la revista austriaca DATUM sobre cómo proporciona a las parejas extranjeras del mismo sexo madres de alquiler desde Rusia, publicitándose con la afirmación de ser Rusia “el único país de Europa donde incluso los solteros pueden ser padres”. Alrededor de la mitad de sus clientes de Europa eran, en sus propias palabras, de “minorías sexuales”.

En esencia, Rusia se ha convertido en un mercado de exportación de niños (y mujeres de alquiler), un “paraíso de la subrogación” para los ricos extranjeros. ¿Por qué está sucediendo esto? Porque la subrogación está prohibida en la mayoría de los países europeos y en algunos lugares los servicios comerciales de este tipo de negocio son incluso perseguidos penalmente. Y la legislación rusa sobre subrogación sigue siendo la más liberal de Europa.

¿Es una ayuda para las parejas infértiles? ¿O es un turbio negocio del tráfico de niños? Según informes de algunos medios de comunicación rusos y extranjeros, en julio del año pasado hubo aproximadamente un millar de bebés nacidos destinados a clientes extranjeros por madres de alquiler y destinados a su “exportación”. Y el miembro de la Cámara de Diputados Pavel Pozhigailo informó que una importante aerolínea rusa contestó a respuesta a una solicitud oficial que 7.000 extranjeros han entrado en Rusia en un año y han abandonado el país con un niño menor de un año.

Rusia no está rastreando el destino de estos niños. Algunos de ellos pueden tener un terrible destino esperándolos.

Mucha gente ya no se acuerda, pero en 2013 hubo un escándalo de alto nivel. La pareja de homosexuales, Mark Newton y Peter Truon, estaban criando a un niño. Si te quedas sólo con las fotos, verás una “familia” aparentemente feliz: dos “padres” y su “hijo”. Pero el niño fue violado cuando tenía dos semanas de edad, y desde entonces fue utilizado durante años por los “padres” en su red internacional de pedófilos para sus apetitos sexuales. Los sodomitas viajaron a diferentes países y el niño fue víctima no sólo de sus “padres” sino también de al menos otros ocho gays de Alemania, Francia y los Estados Unidos.

Y el año pasado, losinvestigadores incluso sospecharon que los acusados en un caso criminal de tráfico de niños nacidos de vientres de alquiler los utilizaban para ser vendidos al extranjero con el fin de extraer sus órganos.

¿Cómo acabó Rusia en una situación tan terrible? La senadora Margarita Pavlova lo explica clara y llanamente:

“Algunos países se han convertido en proveedores de niños para su exportación, y es difícil de aceptar. Desafortunadamente, en los difíciles años noventa, debido a varias razones (incluyendo la influencia directa de los intereses extranjeros), Rusia se convirtió en uno de esos países. Por supuesto, un país que se respete a sí mismo no debería ser una “fábrica de exportación que produce niños para la exportación”.

Y tiene toda la razón. Es difícil de aceptar. Esto es criminal y una afrenta a la dignidad de Rusia. Y sólo se puede estar de acuerdo con Margarita Pavlova: la subrogación debe ser prohibida.

Pero el camino hacia esa prohibición puede llevar su tiempo: no es fácil superar la resistencia de las compañías que operan en ese mercado, cuyo tamaño en Rusia, según el ya mencionado Konstantin Svitnev, jefe del bufete de abogados Rosyurconsulting, que acompañó la transacción “de sustitución”, y uno de los acusados de la causa penal sobre la trata de niños, “se mide en muchos miles de millones de dólares”.

Por eso es una buena noticia que los legisladores hayan decidido abordar al menos los lados más oscuros del negocio de las madres de alquiler, como han demandado casi 50.000 ciudadanos en una petición iniciada por la Unión de Mujeres Cristianas Ortodoxas.

Como informa la RBC, el proyecto de ley establece que la subrogación sólo podrá ser utilizada por un hombre y una mujer que estén casados, y sólo en el caso de que uno de los cónyuges no pueda tener hijos niño por sí mismo por razones médicas. Los padres potenciales no tendrán más de 55 años ni menos de 25, y podrán acudir a los servicios de la madre de alquiler cuando haya pasado un año desde la inscripción del matrimonio y adjuntando una declaración médica.

Este gran esfuerzo de los legisladores tiene también sus detractores. La primera de ellas fue la diputada Oksana Pushkina, conocida por su apoyo a los activistas “LGBT” y a las ideas del lobby feminista radical.

Ella afirmado que el proyecto de ley es inconstitucional porque “limita el derecho a la maternidad y la paternidad a aquellas personas que no están casadas”.

Es extraño ver tal analfabetismo legal por parte del Vicepresidente del Comité de la Duma para Asuntos de la Familia: no hay el más mínimo indicio de ningún derecho de un individuo a tener un hijo en la Constitución o en la legislación rusa. Y no lo puede haber porque es el niño, según las leyes rusas, quién tiene el derecho, el derecho a una familia – es decir, derecho a un padre y una madre, no un “cónyuge número 1 y cónyuge número 2”. Por cierto, el Tribunal Constitucional de Rusia ha confirmado repetidamente que la maternidad y la paternidad en la Constitución se consideran en el contexto de la familia.

Pero Oksana Pushkina no se detuvo ahí. Muestra su indignación por la disposición del proyecto de ley de que sólo las mujeres que no pueden dar a luz a un niño por sí mismas por razones médicas podrán utilizar la subrogación. “Se sabe desde hace tiempo que algunas mujeres quieren ser madres, pero no están dispuestas a llevar y tener hijos por sí mismas por diversas razones,” exclamó con enfado.

De hecho, ¿por qué los súper ricos de las “élites” arruinarían su figura llevando un bebé en su interior? Después de todo, se pueden comprar simplemente, como se compran las mascotas, pagando por su adquisición a los más pobres, y cuya salud, puesta en riesgo durante el proceso, puede ser simplemente ignorada.

Aparentemente, a la Sra. Pushkin sólo le importan los derechos de una parte de las mujeres… las que pueden pagar. Los derechos de las mujeres explotadas por el turbio negocio de las madres de alquiler no le interesan.

Por nuestra parte, agradecemos sinceramente a aquellos que realmente les importan los derechos de los niños y las mujeres – legisladores como el Vicepresidente de la Duma Estatal Pyotr Tolstoi y la Senadora Margarita Pavlova.

P. D. Por cierto: la localidad de Odintsovo, donde el año pasado un bebé nacido de una madre de alquiler murió en un apartamento de acogida, está en el territorio de la circunscripción de la Sra. Pushkina. Tal vez sea una mera coincidencia. Pero es altamente simbólico.

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