Una controvertida ley de California, la SB 407, está causando un gran revuelo entre los grupos cristianos y los líderes conservadores. Esta ley, promulgada en 2023, exige a los padres de acogida que confirmen la identidad de género y la orientación sexual de los niños a su cargo. Esta ley elimina de hecho a las familias cristianas del sistema de acogida debido a que estas estipulaciones van en contra de sus sistemas de creencias. El senador del estado de California Scott Wiener patrocinó la ley con la intención de impedir que las familias cristianas, descritas sin pruebas concretas como potenciales maltratadoras de niños con confusión de género, participaran en el sistema de acogida. La reciente aplicación de la ley, a raíz de una directiva del Departamento de Servicios Sociales de California, ha causado inquietud en la comunidad cristiana. La directiva establecía que la no afirmación de la identidad de un niño podía poner en peligro su “salud o seguridad”, lo que conllevaría la denegación de las solicitudes de acogida o la revocación de las licencias existentes. Greg Burt, del Consejo de la Familia de California, señaló que éste era el resultado que esperaban. Señaló que anteriormente las familias de acogida cristianas podían expresar su capacidad de amar y cuidar a los niños sin permitir que la agenda LGBT adoctrinara a sus hijos de acogida. Las nuevas normas, argumenta, van en contra de la libertad de expresión, obligando a la gente a decir lo que el gobierno quiere, aunque contradiga sus creencias religiosas. Kevin Snider, consejero jefe del Instituto de Justicia del Pacífico, se hace eco de sentimientos similares y teme un posible efecto de pendiente resbaladiza que provoque más injerencias estatales y posibles visitas de los Servicios de Protección de Menores para las familias que mantienen puntos de vista tradicionales sobre el género. Los defensores contrarios a la ley citan una sentencia del Tribunal Supremo de 2021 que consideraba que la política de Filadelfia de denegar contratos a las agencias católicas de acogida que se negaban a certificar a parejas del mismo sexo constituía una violación de los derechos de la Primera Enmienda a practicar libremente la religión. California está repitiendo la práctica inconstitucional de Filadelfia. Es posible que se presente una demanda ante el reciente contacto con un abogado de familia de Pasadena por parte de una persona a la que se le ha denegado el estatus de padre de acogida debido a la nueva ley.
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