Gracias a la ONU por Archie

El Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ordena al Reino Unido que no mate a Archie Battersbee, de 12 años, y que le dé tiempo

El bien vence al mal": escultura en la sede de la ONU en Nueva York

El bien vence al mal": escultura en la sede de la ONU en Nueva York

Que “iFamNews” no sea un gran fan de las Naciones Unidas no es ningún misterio, y tiene sus motivos. En las Naciones Unidas, las palabras se desperdician con facilidad, mientras que el fondo siempre es decepcionante. El aborto, la esterilización, el acoplamiento a los falsos mitos de lo políticamente correcto, el apoyo a menudo a regímenes desagradables, un Consejo de Seguridad lamentable hasta decir basta y un Alto Comisionado para los Derechos Humanos a veces peor. Precisamente por ello, el hecho de que la ONU, a través de su Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, haya instado, repito, al Reino Unido a “no maten al niño de 12 años Archie Battersbee” no tiene precedentes y llena de alegría a todos los que aprecian la santidad de la vida humana.

La supresión de un inocente nunca es aceptable. La eutanasia es una canallada que clama venganza. Matar a un niño de 12 años por innumerables razones, todas ellas falsas, es una cobardía incivilizada, es decir, indigna de una civilización que quiera llamarse así. Que lo quiera hacer con arrogancia, acritud y tanta ley un país de tan profunda y larga tradición civilizada y democrática como Gran Bretaña añade indignación a la indignación.

Que incluso un organismo por encima de cualquier país y por encima de cualquier sospecha, la ONU, ordene, repito, a un país democrático, su miembro, que no mate gratuitamente a uno de sus propios ciudadanos menor de 18 años es tan hermoso como escalofriante.

La ONU pide tiempo en Londres, al igual que los padres de Archie, al igual que lo pide “iFamNews”, al igual que lo pide cualquier persona con sentido común y una pizca de humanidad residual. Se necesita tiempo para que el caso del pequeño Archie sea considerado en todas sus facetas y ángulos, en todos sus recovecos. Es una vida humana, es la vida de un niño, y no puede ser sacrificada.

Porque si alguien sabe cosas que el común de los mortales no sabe, tiene el deber, incluso la obligación, de decirlo, decirlo ahora y decirlo bien. Archie debe vivir. No lo digo a menudo, no lo digo ahora ni nunca a la ligera: gracias ONU.

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