Estudio sobre la felicidad: depende más de las relaciones personales que de la riqueza o la fama

"El punto común es que las relaciones personales son la principal fuente de felicidad y bienestar, porque a través de ellas satisfacemos necesidades humanas relacionadas con nuestro bienestar fisiológico y psicológico"

Robert Waldinger (EEUU, 1951) es uno de los psiquiatras y profesores de la Universidad de Harvard que dirigió el estudio “Better Connected” (mejor conectado) donde se demuestra que “cuando nos conectamos, somos capaces de hacer cosas asombrosas” y Waldinger no sólo está de acuerdo con el leitmotiv de la iniciativa, sino que lo lleva más allá y, basándose en el Estudio de la Felicidad de la Universidad de Harvard del que fue director, el Harvard Study of Adult Development, asegura que “una de las claves de la felicidad son las relaciones con otras personas”.

En España, Telefónica realizó un estudio sobre la importancia de las conexiones humanas.

La investigación de Harvard no tuvo en cuenta factores externos como el dinero o el estatus social. De hecho, Waldinger recordó que en una encuesta realizada a millennials en 2007, éstos “relacionaban la felicidad con el dinero y la fama, entre otras cosas”. Y lo hacen, continuó el profesor, “porque estos son los mensajes que les envía la sociedad”. Ya sea a través de anuncios, películas, series, medios de comunicación o ejemplos dentro de la propia empresa.

Cuidar nuestras relaciones no tiene por qué suponer un gran esfuerzo, se pueden conseguir excelentes resultados con muchas pequeñas acciones diarias que, según Robert Waldinger, deben inspirarse en cuatro pilares:

  1. Amistades: El autor de “Una buena vida” cree que los amigos proporcionan apoyo emocional y son el soporte en el que apoyarse en situaciones de estrés. Por eso insiste en la importancia de “cuidar las relaciones a diario”.
  2. Mantenerse activo: la actividad nos ayuda a mantener y ampliar nuestras relaciones personales, aumenta nuestra autoestima y nos ayuda a encontrar nuestro propósito en la vida.
  3. Confianza y seguridad: nuestra felicidad también se basa en la importancia de no tener que fingir otra personalidad y sentirnos seguros en nuestras relaciones personales.
  4. Cambio: como individuos, somos personas cambiantes, aceptarlo por nuestra parte y por parte de nuestras relaciones personales nos ayudará a ser más felices.

Al final, estos cuatro pilares nos devuelven a la conclusión inicial en la que se basa todo: los vínculos personales son el motor de la felicidad.

Éstos, según el psiquiatra y profesor, “nos ayudan a reducir el estrés” de nuestra vida cotidiana mientras que, “cuando las personas no tienen relaciones, están solas o no tienen con quién hablar, permanecen en ese estado de estrés” y esta situación personal provoca verdaderos terremotos sociales que, a largo plazo y con la multiplicación de las personas infelices y solitarias, conducen a la erosión y a la ruptura de la cohesión social y comunitaria, al fin de la subsidiariedad y al crecimiento del asistencialismo y del estatismo.

También se puso de manifiesto la importancia de las relaciones personales en el lugar de trabajo. Un estudio afirma que el 30% de los trabajadores tiene a su mejor amigo en el trabajo y, en contra de lo que podría pensarse sobre las posibles distracciones que esto podría generar, estos trabajadores rinden más porque tienen un mayor compromiso con la empresa que los demás.

Por último, Waldinger nos recuerda que la búsqueda de la felicidad no puede ser un objetivo unitario, sino la unión de pequeñas cosas, de pequeños momentos. El psiquiatra estadounidense, que participó en una de las charlas TED más vistas hasta la fecha con 40 millones de visitas, afirma que “la felicidad es una suma de pequeños momentos de alegría como hablar con un amigo o ver una flor”.

Waldinger se une a la larga lista de personalidades destacadas de las que aprender o inspirarse en la iniciativa Better Connected de Telefónica. Es una plataforma que hace hincapié en la importancia de las conexiones humanas como clave para conseguir cosas increíbles.

¿Ha leído alguna vez el ensayo de Karol Wojtyla “Persona y acto”? Sin precipitarse en estudios de décadas sobre la búsqueda de la felicidad y cómo recuperarla, aunque útiles para un análisis actual del problema, el ensayo de Karol Wojtyla ofrece una amplia presentación de “quiénes” somos y cómo la persona, en sí misma en relación con el Otro y con los demás, debe vivir en relación para ser feliz.

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