El jueves, el Senado del Estado de Kansas aprobó un proyecto de ley aparentemente obvio, pero también innovador. El proyecto de ley responde a una pregunta central en el debate sobre la transexualidad que asola el mundo: ¿qué es una mujer?
La Declaración de Derechos de la Mujer fue aprobada por 26 votos a favor y 10 en contra en el Senado de Kansas, con el único apoyo de los republicanos. El proyecto de ley, defendido por la senadora Renee Erickson, define a la mujer como alguien “cuyo sistema reproductor biológico está desarrollado para producir óvulos”, mientras que “varón” se refiere a cualquiera cuyo sistema reproductor “está desarrollado para fecundar los óvulos de una hembra”.
Esta definición es científica, concreta y se basa claramente en la realidad de las diferencias entre los sexos, una diferencia que es fundamentalmente de naturaleza reproductiva. Aunque pueda parecer una ley basada en el sentido común, la reacción de la izquierda ante el proyecto de ley es de ira y conmoción. Los miembros liberales del Senado de Kansas argumentaron que este proyecto de ley es “ofensivo” tanto para la mujer “transgénero” como para la mujer “cisgénero”.
La ironía de este escándalo es que la izquierda ha sido completamente incapaz de encontrar una definición de mujer que se adapte a su agenda. Lo mejor que se les ocurre es que una mujer es “cualquier persona que se siente o se identifica como mujer”. Evidentemente, esto no puede considerarse una definición, ya que el término que intenta definir se encuentra dentro de la propia definición. Pero los liberales radicales se aferrarán a esta definición, pase lo que pase.
La definición acordada por el Senado del Estado de Kansas abre la puerta a prohibir a las “mujeres” transexuales el acceso a los deportes femeninos, a los pabellones femeninos de las cárceles y a otros espacios públicos de un solo sexo. “Hay razones legítimas para distinguir entre sexos en lo que respecta a las prisiones, los centros de acogida para víctimas de violencia doméstica, los centros de crisis por violación y otros ámbitos en los que son necesarias la seguridad y la privacidad”, declaró el senador Erickson.
Las razones prácticas para mantener invariables las diferencias entre los sexos pesan más que cualquier sentimiento, identificación o adhesión a la agenda liberal.