Los investigadores hicieron un seguimiento de casi 12.000 enfermeras estadounidenses, todas solteras en un principio, durante casi 25 años. El análisis, publicado en la revista científica Global Epidemiology, descubrió que las mujeres casadas tenían un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte de las mujeres en Estados Unidos.
Las mujeres casadas también eran más felices, más optimistas y menos propensas a sufrir depresión y soledad que las que no se habían casado. Aunque el divorcio se asoció a peores resultados que permanecer casadas, las mujeres que se casaron -incluidas las que se divorciaron más tarde- tuvieron un riesgo de muerte un 35% menor durante el periodo de tiempo del estudio que las que nunca se casaron.
Los autores del estudio publicaron un ensayo en el Wall Street Journal el pasado 18 de marzo, en el que resumían sus conclusiones. Señalaban que, aunque su análisis se centraba exclusivamente en las mujeres, existen numerosas pruebas que sugieren que el matrimonio tiene incluso mayores beneficios para la salud de los hombres, además de estar asociado a una mayor longevidad.
En todo el mundo, el matrimonio está en declive y la cohabitación no casada y los hijos extramatrimoniales se han hecho más comunes. Aunque hay diferencias regionales y nacionales, la tendencia general es que se contraen menos matrimonios y más tarde.
Los críticos del matrimonio y la familia como instituciones, en las Naciones Unidas y en otros lugares, tienen razón al señalar que el abuso y el daño pueden producirse dentro de la familia y tener efectos devastadores en las víctimas. Sin embargo, las soluciones que proponen, que incluyen redefinir “familia” para incluir prácticamente cualquier estructura doméstica o conjunto de personas o desmantelar todas las estructuras tradicionales consideradas “patriarcales”, ignoran un creciente corpus de datos de las ciencias sociales a favor de la familia natural, formada por un hombre y una mujer y abierta a la vida.
Los documentos básicos de las Naciones Unidas, incluido su pilar fundamental, la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, se refieren a la familia como la “unidad natural y fundamental de la sociedad”, un lenguaje que ahora se ha vuelto muy controvertido, ya que los gobiernos progresistas insisten en que la familia existe en varias y diversas formas.
Sin embargo, los últimos estudios e investigaciones confirman lo importantes que son las estructuras familiares, especialmente para los niños que se crían en ellas, como ya había demostrado el profesor Mark Regnerus de la Universidad de Texas en sus estudios pioneros: los niños están mejor cuando son criados por sus padres biológicos, casados.
El nuevo estudio sobre el matrimonio realizado por la científica de Harvard Ying Chen y sus colegas, demuestra que los beneficios del matrimonio no son exclusivos de las mujeres, sino que también son compartidos por ellas.
A pesar de la limitación de la muestra de mujeres considerada, cabe destacar que incluso las mujeres que viven en un país rico y disfrutan de muchos de los beneficios del “empoderamiento” según los objetivos de la ONU, como la educación y el empleo, pueden ver cómo su salud y bienestar mejoran aún más si se casan y permanecen casadas.
“Este estudio demuestra que el inicio del primer matrimonio en los primeros años de la edad adulta se asocia a riesgos sucesivamente menores de mortalidad y enfermedades cardiovasculares y a un mayor bienestar psicosocial y mental, mientras que la disolución del matrimonio se correlaciona con un menor bienestar psicosocial y una mayor angustia psicológica entre las mujeres, asociaciones que persisten en la mediana y la tercera edad.
Nuestro estudio también aborda las críticas de investigaciones anteriores, en el sentido de que se ocupa del matrimonio incidental (incluidos los efectos de la decisión de casarse en el divorcio posterior) en lugar de sólo del matrimonio “predominante”, y reduce la preocupación de la confusión residual por la historia matrimonial previa al centrarse en el primer matrimonio… Aunque el matrimonio es claramente un poderoso vínculo social, todas las personas necesitan relaciones sociales y apoyo comunitario”, dice en la conclusiones del estudio.
Lógicamente, el matrimonio y la familia naturales son tanto más beneficiosos para las mujeres que viven en condiciones de trabajo y bienestar más modestas en otras naciones del mundo, sin embargo, en la ONU no piensan así y, como demuestra C-Fam una mayoría de expertos y naciones se plantean eliminar el término “familia” de los documentos para “no discriminar” a las parejas LGBTI y transexuales… Una censura a las ciencias sociales, así como al sentido común y a la simple realidad de los hechos.