El Congreso del estado de Querétaro aprobó este miércoles 9 de diciembre una modificación del Plan Estatal de Desarrollo para incluir la perspectiva de familia. Se trata la primera vez en la región latinoamericana que se aprueba una ley que reconoce la perspectiva de familia. La exposición de motivos explica ampliamente los motivos de esta ley que no son otros que el reconocimiento de la familia como célula básica de la sociedad, factor de estabilidad social y desarrollo personal.
La ‘ley Méndez’ -por su autora, la diputada local Elsa Méndez- explica que la familia es una institución de utilidad pública porque garantiza la continuidad de la sociedad, permite la transmisión de valores y conocimientos, garantiza los cuidados y seguridades de los más vulnerables y fomenta la corresponsabilidad entre la paternidad y la maternidad.
Es decir, la familia es una institución que a todos interesa proteger porque colabora como ninguna en el bien común o interés general. Eso implica que el Estado -de manera subsidiaria- debe de colaborar con la familia para ayudarla a cumplir con sus funciones sociales fundamentales, apoyando -entre otras cosas- la conciliación con la vida familiar.
En este sentido se hace necesaria una política con perspectiva de familia que tenga a la familia como eje central de las políticas públicas “desde una perspectiva antropológica, política y económica”, explica la ley. Y eso implica, continua, que la familia sea el eje trasversal de la política. Es decir, la política fiscal y de vivienda, la educativa y la social y hasta las decisiones deportivas deben de tomarse con perspectiva de familia asumiendo que la familia es el centro de la política y el principal colaborador del bien social.
La exposición de motivos llega a afirmar que no haber aprobado esta ley habría sido una “omisión legislativa “porque el art. 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establecen que “las leyes protegerán a la familia”. Igualmente se afirma que las familias tienen derecho a un hogar reconociendo implícitamente a la familia como comunidad de derechos y obligaciones.
Además, la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes reconocen el derecho de los niños a vivir en una familia, garantizandoles el sustento y el cuidado que necesitan.
Por último, tanto la Convención Americana de Derechos Humanos como la Declaración Universal de Derechos del Hombre firmadas por México tienen rango constitucional desde el 2011. Y dichas declaraciones de derechos humanos consagran a la familia como célula básica de la sociedad.
Por todo ello era necesario elevar a ley un deseo largamente expresado por las organizaciones en defensa de la familia: el compromiso público de legislar y aplicar políticas con perspectiva de familia de manera trasversal. Porque una institución familiar fuerte es el entorno más adecuado para el bienestar social y el desarrollo personal. ¡Por fin lo entendieron!
Querétaro ha sido la pionera. Esperamos que sean muchos más estados y países los que tomen ejemplo y aprueben leyes similares que pongan en valor la función familiar.
Puede leer el texto del proyecto de ley aprobado aquí: https://drive.google.com/file/d/1Ye1dBBK8HE1iExPBy99RZ7DgvH9gmr4r/view?usp=sharing
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