16 puntos a destacar de “Amoris Laetitia”, en al año Amoris (y iii)

La Santa Sede ha dado a conocer el texto de la exhortación apostólica post sinodal “Amoris Laetitia”, posiblemente el documento papal más esperado de los últimos años. Último artículo de 3 donde se analiza el texto.

Last updated on mayo 25th, 2021 at 04:46 am

PRIMERA PARTE: https://ifamnews.com/es/?p=68253

SEGUNDA PARTE: https://ifamnews.com/es/?p=68514

En la primera y segunda partes de esta serie contaba cómo estamos en plena celebración. del 5º aniversario de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, en pleno año dedicado por el Papa Francisco a la Familia, que es también el año Amoris Laetitia que discurre desde el 19 de marzo de 2021 al 26 de junio de 2022.

Así, me atrevo a ofrecer los 16 puntos que a mi parecer parecían destacables en una primera lectura de la exhortación apostólica, y que recogen las frases del Papa Francisco que son más relevantes para la familia cristiana. Habiendo compartido los primeros diez, comparto ahora finalmente los últimos seis en mi lista. El subrayado en negrita es mío, así como los encabezamientos, con los que trato de resumir el espíritu de los párrafos que he escogido.

11.- DIFÍCIL CONCILIACIÓN TRABAJO/FAMILIA. ANSIEDAD

«La función educativa, que se ve dificultada, entre otras causas, porque los padres llegan a su casa cansados y sin ganas de conversar, en muchas familias ya ni siquiera existe el hábito de comer juntos, y crece una gran variedad de ofertas de distracción además de la adicción a la televisión. Esto dificulta la transmisión de la fe de padres a hijos. Otros indicaron que las familias suelen estar enfermas por una enorme ansiedad. Parece haber más preocupación por prevenir problemas futuros que por compartir el presente» (AL punto 50).

12.- SÓLO LA UNIÓN EXCLUSIVA E INDISOLUBLE ENTRE UN VARÓN Y UNA MUJER CUMPLE UNA FUNCIÓN SOCIAL PLENA

«Nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad. (…) Ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad. Debemos reconocer la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad» (AL punto 51).

13.- LA MUJER COMO VÍCTIMA: VIOLENCIA FÍSICA, MERCANTILIZACIÓN DEL CUERPO Y LOS VIENTRES DE ALQUILER

«Deseo resaltar que, aunque hubo notables mejoras en el reconocimiento de los derechos de la mujer y en su participación en el espacio público, todavía hay mucho que avanzar en algunos países. (…) La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones. (…) pero recordemos también el alquiler de vientres o la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática» (AL punto 54).

14.- LA MENTIRA ANTROPOLÓGICA DE LA “IDEOLOGÍA DE GÉNERO”. LA DESVIRTUACIÓN DEL ACTO GENERATIVO

«Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada ‘gender’, que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativos que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. (…) procuran imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños. No hay que ignorar que “el sexo biológico (sex) y el papel sociocultural del sexo (‘gender’), se pueden distinguir, pero no separar”. Por otra parte, “la revolución biotecnológica en el campo de la procreación humana ha introducido la posibilidad de manipular el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre hombre y mujer”. (…) Somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada». (AL punto 56).

15.- VALIDEZ DE LA HUMANAE VITAE

«El acompañamiento debe alentar a los esposos a ser generosos en la comunicación de la vida. (…) De acuerdo con el carácter personal y humanamente completo del amor conyugal, (…) es preciso redescubrir el mensaje de la Encíclica Humanae vitae (cf. 10-14) y la Exhortación apostólica Familiaris Consortio (cf. 14; 28-35) para contrarrestar una mentalidad a menudo hostil a la vida. (…) La elección responsable de la paternidad presupone la formación de la conciencia, que es “el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que este se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquella” (Gaudium et spes, 16). (…) “Se ha de promover el uso de los métodos basados en los ‘ritmos naturales de fecundidad’ (Humanae vitae, 11). También se debe hacer ver que “estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2370), insistiendo siempre en que los hijos son un maravilloso don de Dios, una alegría para los padres y para la Iglesia. A través de ellos el Señor renueva el mundo». (AL punto 22).

16.- ACOGIDA DE LAS PERSONAS EN POSTERIORES UNIONES DE VIDA MARITAL

«A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que “no están excomulgadas” y no son tratadas como tales, porque siempre integran la comunión eclesial. Estas situaciones “exigen un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto, evitando todo lenguaje y actitud que las haga sentir discriminadas, y promoviendo su participación en la vida de la comunidad”». (AL 243).

Los pasajes que he propuesto en estas tres partes de esta serie me han impactado especialmente, y pienso que son un recurso muy importante a la hora de reflexionar y solidificar la propia concepción del papel insustituible de las relaciones entre los miembros de una familia cristiana, y de ellos como familia, en su entorno.

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