El ex presidente estadounidense Donald Trump y sus partidarios han invocado repetidamente el papel de Dios en los asuntos humanos durante la Convención Nacional Republicana.
Este inusual énfasis en la intervención divina fue provocado por el fallido intento de asesinato contra Trump que le vio escapar de la muerte por los pelos.
Muchos lo han interpretado como un acto de Dios, un sentimiento del que se hizo eco el propio Trump cuando atribuyó “sólo a Dios” el haber salvado su vida.
Pauline Shultz, una asistente a la convención de Minnesota, interpretó este acontecimiento como el inicio de una nueva etapa para la nación bajo el liderazgo de Trump, con la esperanza de que se deje “guiar por el Espíritu Santo” y dirija el país con fuerzas renovadas.
Mark Morgan, ex comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, y el senador estadounidense Tim Scott, de Carolina del Sur, hicieron comentarios notables, atribuyendo ambos la supervivencia de Trump a la intervención divina.
Asimismo, el senador por Florida Marco Rubio habló de que la vida está en manos de Dios y el doctor Ben Carson, ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE UU, compartió una sentida oración por la seguridad de Trump.
Bob Unanue, consejero delegado de Goya Foods y católico devoto, elogió a Trump como “líder valiente” y afirmó que su liderazgo acercará a la nación a Dios.
Otras expresiones religiosas se vieron a lo largo de la convención, a través de invocaciones y bendiciones, marcando un inusual énfasis en la espiritualidad y la intervención divina durante la Convención Nacional Republicana de este año.