El último 7 de octubre, el Tribunal Constitucional (TC) de Polonia falló por mayoría de 3 magistrados contra 2 (fallo final) que algunas partes del tratado de la Unión Europea (los artículos 1, 2, 4.3 y 19) eran incompatibles con la Constitución de Polonia, y que la Constitución polaca tiene precedencia sobre los tratados europeos.
Con una mirada superficial esto podría parecer un detalle, pero analizando el contenido de los artículos en cuestión no lo es. Lo que diferencia a la Unión Europea (UE) de otras uniones y tratados comerciales entre países, es que facultan la UE y a la Corte Europea de Justicia para tomar decisiones y fallos que son vinculantes para todos y cada uno de los países de la Unión. Si se removiera esta competencia, no quedaría mucho poder en las instituciones europeas.
Polonia tiene varias batallas legales pendientes con la UE respecto a libertad de prensa y “derechos LGTBI++”. Esta reciente decisión del TC otorga mayor autonomía al gobierno polaco para ignorar cualquier decisión de la Corte Europea de Justicia que vaya en contra de la Constitución polaca.
Jaroslaw Kaczynski, líder del partido conservador Ley y Justicia actualmente en el poder en Polonia, dio la bienvenida al fallo el TC en estos términos: “En Polonia, el nivel jurídico más alto es la Constitución y todas las regulaciones europeas que están en vigor en Polonia deben adecuarse a la Constitución”. Fue justamente el actual gobierno que plantó la cuestión ante el TC en marzo pasado para saber si las normativas comunitarias tenían prevalencia sobre las nacionales.
La Comisión Europea reaccionó mediante un comunicado que expresó su preocupación y reafirmó que las normas comunitarias siguen prevaleciendo sobre las nacionales. “Todas las sentencias del Tribunal de Justicia Europeo son vinculantes para las autoridades de todos los Estados miembros, incluidos los tribunales nacionales” indicó el comunicado. Más aún declara: “La Comisión no dudará a usar los poderes que le otorgan los tratados para salvaguardar la aplicación uniforme e integra de la leyes de la Unión. La UE es una comunidad de valores y de derecho, y esto debe permanecer en todos los estados miembros”. Varios ministros de asuntos exteriores de los estados miembros apoyaron la declaración de la Comisión.
A diferencia del Reino Unido que optó por el Brexit, Polonia sigue teniendo un fuerte sentimiento de pertenencia a la UE por la gran mayoría de sus ciudadanos. Una salida de la UE por parte de Polonia es muy poco probable, pero definitivamente esto confronta dos visiones muy diferentes de lo que es y debe ser la UE.
Seamos conscientes que la gran mayoría de los países europeos tienen visiones ultra progresistas en materias morales e ideológicas. Intentan desde hace tiempo y cada vez más imponer estas visiones ideologizadas en todos los estados miembros. Consideran el aborto como derecho humano (Ver el informe Matic del parlamento europeo) y el gaymonio también. Los Estados Unidos de América tienen un sistema judicial donde los tribunales federales prevalecen sobre los tribunales estatales, y a pesar de los múltiples intentos de varios estados de impedir el aborto por vía legal, siempre se les terminan imponiendo por culpa del infame fallo del TC federal americano de Roe contra Wade. Desde la salida del Reino Unido del bloque de la UE, la agenda “federalista” o por lo menos “confederalista” avanza a paso de gigantes dentro de la UE.
Es importante que los ciudadanos europeos compartan sus opiniones al respeto y reafirman la importancia de su soberanía nacional frente a los dictamen ideológicos de Bruselas. Polonia y Hungría son los dos gobiernos dentro la UE que actualmente hacen frente a esta tendencia.
¿Qué Europa queremos? ¿Una unión de naciones que respetan las especificidades de cada país y los valores fundamentales de sus ciudadanos expresados en su Constitución? O ¿un superestado europeo abanderado de los “nuevos derechos humanos” en el mundo cuyas decisiones que están por encima de las decisiones de los ciudadanos de cada país?
El TC de Polonia públicamente ha optado por lo primero en contra de lo segundo. En mi opinión, la Comisión Europea nos está vendiendo algo por lo cual los estados miembros no han firmado en primer lugar, anteponiendo las leyes europeas a las Constituciones nacionales. Espero que Polonia se mantenga firme frente a las presiones que ya se está ejerciendo en su contra.
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