Lo hizo de ‘tapadillo’ y con el impulso de su presidente, Arturo Zaldívar
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió recientemente dar luz verde a la maternidad subrogada para extranjeros en Tabasco (México). No obstante, su decisión se extiende a toda la República mexicana. El presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, advierte que el pronunciamiento debe de ser referente para las legislaciones y los tribunales de todo México:
“Éste será el primer pronunciamiento del Tribunal Pleno, sin precedente, y en este sentido es importante que brinde claridad sobre los derechos involucrados a fin de que sirva como referente a los legisladores y a los aplicadores del derecho en torno a cómo regular la gestación subrogada y resolver los conflictos que se susciten en torno a ella”
Puede ver la sentencia aquí
¿Qué es lo que aprobaron exactamente? Que el servicio de alquiler de vientres es un servicio de mercado por el que se puede cobrar. Coherentemente con esto, las agencias intermediarias también pueden cobrar por servicios que están en mercado. ¿Esto es el ‘liberalismo fifi’ que tanto combate López Obrador?
Además, el servicio está abierto a extranjeros; esta es la novedad. Y por supuesto, los ‘padres’ contratantes podrán inscribir a su ‘hijo-producto’ en el registro civil.
En definitiva, no hay límites a la llamada ‘maternidad subrogada’, lo que en la práctica convertirá a las mujeres mexicanas en “granjas” para extranjeros, muchos homosexuales a los que la naturaleza veta la reproducción, y otras, mujeres ricas que no desean que se les estropee el cuerpo con la maternidad.
Considerar que la mujer y su capacidad reproductora es un servicio de ‘mercado’ es tanto como aceptar la prostitución. ¡Una aberración!
Afortunadamente los colectivos feministas ya han empezado a lamentar la decisión de la SCJN. Pero su voz todavía no ha sido suficientemente escuchada. ¿Por qué? Porque lo que impone el radicalismo ideológico es la llamada ‘maternidad subrogada’, un eslabón más de la agenda LGTB.
Curiosamente, esto lo impulsan los radicales de Morena, un partido que se suponía llegaba al gobierno para redimir a los más necesitados y sin embargo ofrece a las mujeres en vulnerabilidad alquilar su vientre, prostituir su capacidad de ser madre…
Y quizás por eso los radicales de Morena quieren que el presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, prolongue irregularmente su mandato: es la garantía de que sus proyectos ideológicos radicales van a contar con el activismo judicial de la Corte.
Por esta razón y porque la prolongación de mandato viola directamente la Constitución Política de México, CitizenGO lanzó una campaña dirigida a los ministros de la Corte pidiéndoles que se hicieran respetar en su independencia.
Porque lo que está en juego es el equilibrio de poderes, la independencia judicial y cuestiones morales de gran trascendencia como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el cambio de sexo registral y el alquiler de vientres para convertir a las mujeres mexicanas en ‘granjas’ de extranjeros.
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