La franquicia de comida rápida McDonald’s ha anunciado que está reformulando sus directrices en materia de diversidad, lo que supone una victoria más para las protestas contra el wokismo corporativo. La empresa ha declarado que retirará los “objetivos aspiracionales de representación” -esencialmente cuotas en la contratación- y dejará de consultar encuestas externas como el Índice de Igualdad Corporativa de la Campaña de Derechos Humanos (HRC). También pondrá fin a su “Compromiso mutuo de la cadena de suministro con la DEI”. Este desarrollo se produce después de que Robby Starbuck, director de cine conservador y comentarista político, se pusiera en contacto con McDonald’s acerca de sus políticas de woke, amenazando con denunciarlas públicamente. Aunque no está completamente satisfecho con los cambios de McDonald’s, Starbuck reconoce el importante paso dado por la cadena, al tiempo que pretende transformar otras empresas que, en su opinión, se han desviado de su enfoque empresarial clave. Subraya que las empresas no deberían participar en el discurso político a menos que les afecte directamente, argumentando que los consumidores tienen derecho a saber cómo se utiliza su dinero. Además, McDonald’s se une a una lista cada vez mayor de corporaciones que aplican cambios de política similares, lo que denota un cambio en la actitud de la América corporativa hacia cuestiones sociales polémicas. Compañías de alto perfil, como Walmart, Lowe’s y Ford, han revisado sus prácticas empresariales en consonancia con las demandas del público. Starbuck sostiene que la era del wokeness corporativo está muriendo y aplaude la vuelta a la neutralidad de un número significativo de grandes empresas estadounidenses.
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