Álvaro Vega, conocido por su nombre artístico Communion, lanzó recientemente una convincente canción de rap provida y el vídeo musical que la acompaña titulado “Blood Cries Out” (La sangre grita), que describe la conmovedora realidad del aborto.
La canción se adentra en los relatos de dos mujeres, ilustrando cómo el aborto afecta significativamente a sus vidas. Una de ellas, de no haber sido abortada, podría haber curado potencialmente un cáncer y salvado la vida de su madre. La otra, una adolescente, se enfrenta a la pesada decisión de un embarazo no deseado y acaba considerando la adopción como alternativa.
La letra de la canción hace hincapié en la santidad de la vida, tal y como la ha dotado el Creador en virtud del Quinto Mandamiento. Communión reflexiona sobre las consecuencias para los que no se arrepienten y hace referencia al paradójico uso del dinero para financiar abortos en un país en el que está impreso “In God We Trust” (en Dios confiamos).
La canción concluye con un poderoso recordatorio de que cada niño perdido por el aborto tiene un Padre celestial y nunca será abandonado.
En colaboración con sus compañeros cristianos Joe Salant y Jon Meenk, Vega coescribió la impactante letra de la canción y produjo la música. Subrayó la relevancia de la canción en una época en la que los defensores del aborto intensifican sus esfuerzos, sobre todo tras la anulación del caso Roe contra Wade, haciendo hincapié en la necesidad permanente de abolir el aborto y arrojar luz sobre su maldad intrínseca.
Vega describió el diverso público al que se dirige la canción, con la intención de llegar a las mujeres que contemplan la posibilidad de abortar, a las que han experimentado el procedimiento sin curación ni perdón, así como a las personas que apoyan el tema o tienen dudas al respecto.
Destacó la respuesta abrumadoramente positiva recibida hasta el momento, especialmente por parte de las mujeres afectadas por el aborto y de los partidarios comprometidos con la vida.
A pesar de que su música anterior se caracterizaba por un tono más positivo y catequético, Vega considera que “Blood Cries Out” es una obra distinta pero impactante, que marca un cambio respecto a su repertorio habitual. Expresó su gratitud por la oportunidad de colaborar en un proyecto tan significativo, que considera uno de sus mejores trabajos.
Vega también compartió su viaje personal, destacando una transformación de crear música con menos ideales cristianos, influenciado por artistas como Eminem, a dedicar su talento exclusivamente a Jesús tras un profundo encuentro con el cristianismo.
Sus esfuerzos han evolucionado hasta convertirse en un ministerio de evangelización del hip-hop, marcado por actuaciones en actos como la Jornada Mundial de la Juventud y su continuo compromiso por incorporar las Escrituras y la teología a su música.
“La sangre clama” representa la primera canción provida de Vega, pero expresó su deseo de que no fuera la última. Su antigua aspiración de producir una canción provida encontró su realización a través de esta colaboración, lo que indica un potencial para futuros proyectos con un impacto profundo similar.
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