La conexión entre el aborto y la depresión sigue siendo un tema muy controvertido en el ámbito médico. Un estudio reciente publicado en BMC Psychiatry afirma que la tasa global de depresión postaborto se sitúa en el 34,5%, lo que afecta a más de una de cada tres mujeres. Esta revisión sistemática y metaanálisis, al parecer la primera de este tipo centrada a nivel mundial en la depresión postaborto, fue realizada por investigadores etíopes.
Los investigadores tuvieron que enfocar su estudio con perspectivas regionales, más que específicas de cada país, debido a la limitada disponibilidad de literatura de ciertas zonas. América del Norte, América del Sur y la Antártida fueron excluidas del estudio por este motivo. Las zonas cubiertas por la investigación, que incluyen Asia, África y Europa, representan aproximadamente el 87% de la población mundial y la mayoría de los abortos del mundo.
Los resultados del estudio indican que la depresión es significativamente más común tras un aborto en los países de ingresos bajos y medios (42,91%) en comparación con los países de ingresos altos (24,9%). También encontró variaciones entre regiones, siendo la región del Mediterráneo oriental la que presenta la mayor tasa de prevalencia de depresión postaborto, seguida de Asia, África y Australia. Europa registró la tasa más baja.
Curiosamente, estos hallazgos plantean dudas sobre la firme negación de los grupos proabortistas estadounidenses de que los abortos puedan provocar problemas de salud mental. Quizá esto tenga que ver con la distinción entre abortos “deseados” y “no deseados”.
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