Una investigación gubernamental condenatoria ha acusado a la BBC de mostrar un sesgo pro-trans en su cobertura de temas de género, contribuyendo al daño experimentado por niños vulnerables engañados por informes influenciados por activistas. La revisión, encargada por el Departamento de Educación y publicada el 11 de noviembre de 2025, examinó la producción de la emisora de 2018 a 2024 y concluyó que las narrativas sesgadas restaban importancia a los riesgos de las transiciones médicas al tiempo que amplificaban la defensa transgénero, engañando a los jóvenes espectadores.
El informe destacó casos específicos en los que programas de la BBC, incluidos Newsnight y Woman’s Hour, dieron una plataforma indebida a activistas trans como India Willoughby, al tiempo que marginaban a personas que habían revertido la transición y a expertos médicos que advertían sobre efectos irreversibles. Citó documentos internos de la BBC que revelaban una guía editorial que favorecía la «inclusión» sobre el escrutinio científico, como evitar términos como «sexo biológico» y presentar los bloqueadores de la pubertad como «seguros y reversibles» a pesar de la evidencia emergente de lo contrario.
La autora principal de la Revisión Cass, la Dra. Hilary Cass, cuyos hallazgos de 2024 impulsaron la prohibición de los bloqueadores de la pubertad para menores en el Reino Unido, respaldó las conclusiones de la investigación, afirmando: «El fracaso de la BBC al no desafiar de manera robusta las afirmaciones de los activistas tiene consecuencias en el mundo real: miles de niños han sido encaminados rápidamente hacia tratamientos con impactos de por vida». El informe estimó que la cobertura sesgada se correlacionó con un aumento del 40% en las derivaciones a clínicas de género juveniles durante los períodos de máxima emisión.
Los críticos, incluida la ex periodista de la BBC Helen Lewis, argumentaron que el sesgo proviene de una captura por parte del personal progresista, haciéndose eco de escándalos como el encubrimiento de Jimmy Savile en puntos ciegos institucionales. A medida que el Reino Unido endurece las restricciones en la atención de género juvenil bajo el nuevo gobierno laborista, la investigación subraya los llamamientos para que Ofcom imponga directrices más estrictas a las emisoras públicas, advirtiendo que la defensa desenfrenada en los medios puede exacerbar los daños sociales en lugar de informar el discurso público.













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