Hace más de una década, el ex presidente estadounidense Barack Obama prometió a los estadounidenses que podrían mantener sus planes de seguro médico bajo sus reformas, una afirmación que más tarde fue expuesta como “La Mentira del Año 2013” por Politifact.
Hoy, con el presidente Joe Biden impulsando una prórroga supuestamente temporal de los subsidios del Obamacare, los críticos afirman que la historia parece repetirse ante la posible pérdida del seguro para millones de personas.
La Oficina Presupuestaria del Congreso informó de que el aumento propuesto de los subsidios a los intercambios que finalizará a finales de 2025 podría provocar una disminución de 3,5 millones de inscripciones en la cobertura basada en el empleo.
Esto significa que los empleadores podrían cancelar potencialmente la cobertura de sus empleados, planteando de nuevo la pregunta: si le gusta su plan, ¿puede realmente conservarlo?
Los críticos también argumentan que esta medida no es rentable, ya que gastará más en subsidios para las personas que ya están aseguradas que en las que actualmente no lo están.
Además, la eliminación del límite de ingresos para poder optar a los subsidios podría permitir que incluso las personas acomodadas tuvieran derecho a la asistencia sanitaria subvencionada, lo que contradice directamente el objetivo de estos subsidios para las personas con bajos ingresos.
La cifra prevista también incluye unos 9.000 millones de dólares para los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, un gasto adicional que los críticos consideran innecesario.
Por lo tanto, los críticos afirman que un aumento de los subsidios, originalmente enmarcado como parte del programa de ayuda Covid-19, añade una carga innecesaria de 335.000 millones de dólares a una deuda nacional que ya crece rápidamente, y ofrece un incentivo para posibles fraudes al crear pólizas “sin primas”.
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