Una guerra interna está actualmente en proceso al interior de Lucasfilm, productora de la franquicia Star Wars, comprada por Disney en 2012. Hace unos días escribí un artículo describiendo la pugna ideológica que se está produciendo entre dos bandos antagónicos. Debido al interés suscitado hoy prosigo el relato con algunas novedades.
Algunos fans de Star Wars han llegado incluso a definir al bando liderado por la presidenta de Lucasfilm como el “Clan de Kathleen Kennedy” (haciendo un juego de palabras con el KKK). En el otro bando están la inmensa mayoría de los fans de Star Wars, cuyas figuras de proa son Favreau y Filoni (productores de la serie Star Wars“El Mandaloriano”) pero también los actores Mark Hamil (Luke Skywalker) y Gina Carano (Cara Dune en la mencionada serie).
El primero es el bando progre, con todo el abanderamiento ideológico del Disney de la era postmoderna. El otro es el bando de los fans de Star Wars, antiguos y nuevos, reunidos por amor a la franquicia y que rechazan la ideologización de la obra.
La obra el Mandaloriano ha atraído muchísimos fans a la plataforma Disney+ por tratarse de una obra maestra uniendo fans antiguos y nuevos. Esta obra dio una relevancia enorme a sus productores, tanto por el apoyo de los fans que por los beneficios económicos generados por aquella serie que superaron las más optimistas expectativas de Disney al respeto. Y el final de la segunda temporada de esta serie expuso a la luz la “guerra ideológica” dentro de Lucasfilm.
Era de esperar la reacción del bando progre dentro de Lucasfilm después del golpe maestro dado por los productores del Mandaloriano. Y esta reacción no se hizo esperar mucho: Acaban de despedir a la actriz Gina Carano, quien no esconde en las redes sus simpatías políticas republicanas y conservadoras. Ella mencionó en sus redes sociales el fraude electoral en Estados Unidos, mostrando su apoyo a Donald Trump, pero lo que, según Lucasfilm, justificó su decisión de despedirla, fueron unos tweets que ella posteó, identificando la izquierda como el mayor problema de Estados Unidos. También comparó la forma donde trataban los judíos en los inicios de la Alemana nazi con la forma como tratan los conservadores en Estados Unidos hoy en día.
Más allá de las distintas opiniones sobre lo oportuno o no de estas comparaciones, no se justifica de ninguna manera un despido laboral en función a las opiniones políticas. Más aún, cuando muchos directores y actores de Hollywood se han expresado múltiples veces en cuestiones políticas y en campañas electorales. Pero por supuesto, nadie critica a quienes se adhieren al establishment liberal.
Las muestras de respaldo a Gina Carano no se dejaron esperar. Ben Shapiro, periodista conservador de origen y religión judía, acabó de contratarla para una futura producción cinematográfica.
Este despido de Carano obedece al esquema de lo que en inglés llaman “Cancel Culture” (eliminar la Cultura), que es una estrategia empleada para callar a todo personaje popular que apoya las tesis conservadoras. Este método es un obvio ataque a la libertad de expresión, lo que une en este asunto tanto a liberales como a conservadores que defienden este derecho.
Las reacciones de los fans no se ha hecho esperar tampoco: Defienden en su gran mayoría a Gina Carano, tanto que muchos ya están anulando sus suscripciones a Disney+, incitando a otros a hacer lo mismo. 3 fuentes en Lucasfilm confirmaron que la orden de despido de Gina Carano vino de Kathleen Kennedy misma. Ella no pudo aguantar que alguien exponga de esta manera ideas políticas contrarias a las suyas y a su propia visión progresista del universo de Star Wars. La narrativa progre que pretende que los fans de Star Wars son misóginos a quien no le gustan las mujeres fuertes cae completamente destruida por el apoyo que recibe Gina Carano, y su personaje Cara Dune. Se voceaba que Kennedy buscaba un pretexto para despedir a Gina Carano desde semanas, y finalmente lo encontró…
Pero no termina la historia con este despido… El personaje de Cara Dune es uno de los más populares de la serie. Las ventas de las figurinas de Cara Dune son muy altas, y el impacto de los fans que anulan su suscripción se hace sentir. Según una fuente interna (a verificar), todo esto ya se informará y mencionará en la próxima reunión de accionistas de Disney. Si esto es cierto, los accionistas tendrán en sus manos una decisión importante sobre el futuro de la franquicia, y la posibilidad de pedir cuentas a la directora de Lucasfilm sobre las faltas de ganancias generadas por sus decisiones de índole ideológicas. Veremos si la mayoría de los inversores están dispuestos a sacrificar ganancias por temas ideológicos. También sabemos que la presión de parte del bando progre hollywoodense será máxima.
Gina Carano nos muestra a través de su actuación que una mujer puede seguir siendo femenina siendo fuerte y así aparecer en una serie de acción. Pero para la directora de Lucasfilm, un personaje femenino debe ser escrito exactamente como un personaje masculino, vestirse como varón, tener los mismos objetivos y debilidades que los varones, el mismo lenguaje varonil,… Gina Carano era todo lo opuesto, y por ende, siguiendo el lineamiento de Cancel Culture y del KK Klan, debía ser eliminada.
Lo consiguieron por el momento, pero la guerra continua, y el bando de los fans no ha dado su última palabra…
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