Primera parte: ¿Nos controlan la mente? Parte 1.
Segunda parte: La manipulación hacia un Nuevo Orden Mundial. Parte 2.
Tercera parte: ¿Quiénes controlan los medios de comunicación? Parte 3.
En el año 1974 Henry Kissinguer sacó a la luz el documento titulado “Memorandum de Estudio para la Seguridad Nacional nº 200 (NSSM 200) – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”. Un plan perfecto para destruir a la mujer, para lograr que ella misma despreciase la maternidad, produciendo un descenso del número de hijos en la sociedad. No hay que ser muy hábiles para darnos cuenta, que, dicho plan, ha funcionado cuasi a la perfección: los índices de natalidad han caído en picado y los abortos suben como la espuma.
Y este es, querido lector, ni más ni menos que el objetivo número dos que estos plutocráticos tienen en el horizonte desde hace décadas: disminuir la población mundial. Les sobramos, no nos quieren ni nos necesitan. Tantas bocas consumiendo les quitan el sueño. Por ello, estos personajes que ya analizamos en una entrega anterior, se reúnen periódicamente en el Club Bilderberg, un enjambre de satánicos despiadados. Por esto, tras sus acciones buenistas, altruistas y generosas de dar de comer al hambriento, y medicinas a los pobres, de brindar educación a los más vulnerables y protección a los discriminados (llámense las mujeres, los inmigrantes e indígenas o los colectivos LGTBI), únicamente son escaparates que esconden por la puerta de atrás sus verdaderas intenciones.
Entiendo que no es fácil de digerir para los que no estén puestos al corriente de estos hechos, pero déjenme explicarme un poco más detalladamente para ver si conseguimos abrir esa puerta trasera.
Kissinguer, en la década de los 70, fue secretario de Estado del gobierno americano. Elaboró la llamada Comisión sobre el Crecimiento Demográfico y el Futuro de Norteamérica y como presidente nombró al mismísimo John D. Rockefeller III, de quien ya citamos que es masón, en concreto el creador de La Gran Logia Rockefeller de Nueva York[1].
Como nos recuerda Cristina Martínez, escritora, periodista y especialista en las élites globalistas, buena parte del presupuesto dedicado por la Administración norteamericana al control de la natalidad en las regiones subdesarrolladas ha corrido tradicionalmente a cargo de las Fundaciones Ford y Rockefeller aportaciones millonarias en favor del aborto[2].
Pues bien, el informe anteriormente citado, no sólo apela a los métodos de planificación familiar: métodos anticonceptivos, abortos y esterilizaciones, así como a los ya muy machacados, derechos sexuales de las mujeres, si no que da un paso más.
Para poder llevar a cabo este plan maquiavélico, se encontró de frente con un pequeño gran obstáculo que le impedía lograr que la sociedad se sometiera fácilmente al lavado de cerebro en favor de sus intereses. Se trataba ni más ni menos que de la Iglesia Católica. Si, querido lector, éste es el objetivo número 3: destruir al catolicismo. En el documento citaba literalmente que la Iglesia “educa a los pueblos, les da cultura, les hace pensar y les anuncia la inalienable dignidad de los hombres”, además, la Iglesia, apoya y defiende fervorosamente la familia natural, así como la fecundidad como don de Dios. Esto atenta contra esa línea ideológica que pretendían ya entonces, y que vemos sus frutos actualmente, de empoderar a las mujeres despojándolas de su maternidad y feminidad: “El feminismo sacará a las mujeres al mercado laboral y dejarán a sus hijos en las escuelas desde muy pequeños. Desde ahí comenzará nuestra labor de adoctrinamiento para la destrucción de la familia, la religión y sus valores”.
Años más tarde, tras varias conferencias mundiales en las que se continuaron tratando estos asuntos demográficos, se publicó la “Carta de la Tierra”[3], un verdadero decálogo anticristiano como Juán Claudio Sanahuja denominaba, para, a través de las mentiras del desarrollo sustentable, disminuir la población. Es la agenda de la élite, la fuente teórica de la Agenda 2030 disfrazada de cuidado de los animalitos, de la madre tierra y de los pueblos indígenas que sufren la destrucción de sus culturas, y todo, por la mano del hombre opresor.
Hoy en día, esta secta masónica se ha colado en todas las instituciones y prácticamente todos los partidos políticos. Su poder es prácticamente absoluto, y sus pensamientos se entremezclan entre no pocos cristianos de misa y rosario diario que ignoran esta realidad.
Sus ansias de poder y control absoluto son las que provocan que los medios de comunicación continuamente nos bombardeen con las mismas noticias, para así ir logrando una sociedad con un nuevo y único pensamiento, una “comunidad global”, ese Nuevo Orden Mundial del que ya en el 2014, en el libro “New Order”, Kissinguer desarrollaba, desmenuzando las acciones encaminadas hacia ese globalismo, y que Klauss Swach, presidente del Foro de Davos, en su libro que salió a luz en plena pandemia “El gran resect” nos actualiza.
Sí, querido lector, este es el objetivo número uno que buscan: el poder total, y para ello necesitan destruir a la Iglesia que sostiene al ser humano con su plena dignidad y le hace ver la verdad, destruir las personas para que vivan esclavas de los vicios, el sexo y el dinero, obedientes a lo que sus gobernantes les dictaminen, destruir las naciones, para que no hayan raíces, ni tradiciones, ni cultura que las hagan fuertes, y de esta manera, unificar los países bajo un único gobierno mundial. Muy práctico para ser controlado con mayor eficacia.
Y en estas nos encontramos ahora, metidos hasta el cuello en una situación sin precedentes a escala mundial de la que sólo Dios sabe como podremos salir, a menos que un gran número de personas nos levantemos de nuestros sillones y nos preparemos para comenzar a brindar esta guerra por nuestra libertad.
El diputado M.P. Cristian Terher del Parlamento Europeo desde el 2019, en una rueda de prensa, en relación a lo que estamos viviendo estos últimos meses a nivel mundial, declaraba abiertamente que “estamos presenciando ahora mismo la chineficación de Europa. En China están monitoreando y vigilando a todas las personas, en todas partes. Es el ejemplo de tiranía… el gobierno sabe todo sobre ti, a dónde vas, qué necesitas, dónde estás… es el sistema que se está implementando en este momento de manera lenta y segura en la Unión Europea, el certificado verde, fue solo el primer paso. (…) Están creando un sistema que controlará, supervisará y condicionará los derechos de todos los ciudadanos europeos”.
Y si aún se duda de esta dictadura al estilo Chino que se pretende implantar, puede resultar más esclarecedor el hecho de que el fondo chino Orient Hontai haya rescatado al grupo de comunicación español MEDIAPRO, inyectando 620 millones de euros, controlando un 80% del capital social y manteniendo en la dirección Jaume Roudes, que si bien lo desconoce el lector, es administrador único de Mediapro y propietario de un 12% de Imagina Media Audiovisual. Esos que difunden las noticias que nos llegan las 24 horas del día y que inducen en nuestro cerebro formas de pensar, de creer y de vivir[4].
Sí, querido lector, este es el objetivo: una gobernanza mundial, es el llamado Nuevo Orden Mundial que con la pandemia se ha bautizado bajo el término disfrazado de “nueva normalidad”.
Más allá de lo analizado, comienzan a aparecer en escena nuevas modalidades de control mental a la par que nos conducen a la 4ª Revolución Industrial: la nueva era tecnológica que dará un paso más cuando llegue a integrarse con el ser humano: el transhumanismo. Sobre las técnicas que ya se usan nos detendremos en la próxima entrega, hasta entonces: Un saludo, la Paz y hasta muy pronto.
[1] http://pildorasantimasoneria.blogspot.com/2019/07/manipulacion-informativa-en-espana.html
[2] http://cristinamartinjimenez.com/david-rockefeller-bilderberg/
[3] https://buscandorespuestasemet.com/origen-etica-agenda-2030-carta-de-la-tierra-nom-aborto/
[4] https://www.lainformacion.com/empresas/el-fondo-chino-orient-hontai-rescata-a-mediapro-tras-inyectar-620-millones/2854512/