UN DEBATE LLENO DE FALSAS AFIRMACIONES
Durante una sesión en el Parlamento Europeo, se escupieron muchas mentiras contra Polonia, contra la sentencia del 2020 de su Tribunal Constitucional, contra su posición respecto al aborto eugenésico y contra la ley vigente que protege la vida de los niños concebidos (y que, como no podía ser de otra forma, cumple escrupulosamente con las disposiciones de la Constitución polaca y los actos vinculantes del Derecho Internacional).
Las declaraciones de los participantes en la sesión mostraron claramente que las tácticas del lobby que promueve el aborto y pretende su legalización generalizada en Polonia son las mismas tácticas que en otros países donde ya se ha introducido a la fuerza con éxito, como el caso de Irlanda. De ahí la táctica para usar el trágico fallecimiento de Izabela “una referente del activismo, defensora de la salud [de las mujeres], defensora de los derechos [de las mujeres], defensora de la libertad [de las mujeres]”, al igual que se hizo con Savita Halappanavar, cuya muerte en un hospital irlandés en 2012 fue utilizada despiadadamente para promover la liberalización de las leyes que atentan contra la vida. Esto muestra otra verdad sobre las actividades del lobby abortista: el uso instrumental de una tragedia familiar para promover sus propias demandas perversas.
Se habló mucho de los derechos e intereses de las mujeres, pero sólo en el contexto de la exigencia de un acceso sin restricciones a los procedimientos para matar a los niños no nacidos. Aunque también participó en el debate un representante de una organización autodenominada Federación de Mujeres y Planificación Familiar, no se presentó ninguna propuesta para mejorar el nivel de la atención médica a madres e hijos o para apoyar a las familias. El principal blanco de los ataques de los participantes izquierdistas en el debate fue Polonia, presentada engañosamente como un país donde las mujeres “ya no están seguras en el hospital, no pueden sentirse seguras cuando van al médico”.
A modo de recordatorio, tanto Izabela como Savita Halappanavar murieron como resultado de la falta de un diagnóstico adecuado y del tratamiento necesario, como se señaló en los informes de inspección de los hospitales donde fueron tratadas. Sin embargo, esto no impide que las organizaciones proaborto, así como algunos eurodiputados activistas, difundan información falsa sobre la conexión entre la muerte de la Izabela y la sentencia del Tribunal Constitucional dictada en 2020. A pesar del hecho de que la muerte de Izabela fuera consecuencia de un error médico tal y como fue mencionado por la cuñada de la propia Señora Izabela, invitada al debate.
POLONIA DIFAMADA
La sesión en el Parlamento Europeo fue un pretexto para atacar despiadadamente y con infundios a Polonia. Ataques ante los que no se opusieron algunos eurodiputados polacos participantes (como Ewa Kopacz, Elżbieta Łukacijewska, Sylwia Spurek, Robert Biedroń) ni algunos representantes de ONGs. De boca de uno de los miembros del Parlamento Europeo -Predrag Matić de Croacia- hubo incluso palabras insultantes para todos los polacos, como que “Polonia es una vergüenza en este momento en la Unión Europea” y “un Estado miembro que literalmente mata mujeres.”
También hay que señalar que la única voz de la razón entre las acusaciones infundadas y las calumnias dirigidas a Polonia fue una declaración de la eurodiputada española Margarita de la Pisa Carrión, quien, entre otras cosas, planteó la importantísima cuestión de que los lobbies que se presentan como pro-mujeres sólo quieren introducir el aborto (incluido el asesinato de bebés de sexo femenino) y no ofrecen ninguna ayuda a las madres. Esta afirmación también refleja muy bien la realidad polaca: ninguna de las organizaciones que luchan por la legalización del asesinato en la etapa prenatal lleva a cabo actividades destinadas a ofrecer a las madres en situación de embarazo difícil un apoyo integral, para que no tengan miedo y se esfuercen por la maternidad.