Una reciente manifestación en Ottawa atrajo a cientos de padres, niños y aliados que expresaron su oposición a la enseñanza de contenidos LGBTQ en las escuelas, un acto calificado como la protesta “Educación sobre adoctrinamiento”.
Un segmento notable de la manifestación vio a niños de familias musulmanas expresar su descontento con lo que perciben como adoctrinamiento de género en sus escuelas, pisando las banderas del Orgullo. Este acto, aparentemente bajo la dirección de sus padres, fue recibido con aplausos por la multitud que protestaba.
Las imágenes de la protesta captaron claramente este momento, mostrando a niños de corta edad de pie y pisoteando banderas del Orgullo más pequeñas esparcidas por el suelo. Las acciones de los niños fueron recibidas con vítores, apretones de manos y afirmaciones verbales de los asistentes de más edad.
El suceso puso de manifiesto la creciente tensión entre elementos de la comunidad musulmana y los defensores de la ideología de género moderna.
También hubo contraprotestas, compuestas principalmente por defensores progresistas, que dieron lugar a acalorados intercambios. Entre los manifestantes musulmanes se oían cánticos como “¡Dejad a los niños en paz!”, que ponían de manifiesto el descontento por la percepción de que las ideologías progresistas se extralimitan en la educación de sus hijos.
Un reciente incidente en Edmonton, relacionado con los comentarios filtrados de un profesor de instituto en los que reprendía a los alumnos musulmanes por no apoyar el Orgullo, ha avivado la polémica. El profesor, que fue grabado argumentando que la oposición a los derechos LGBTQ descalifica a las personas de la identidad canadiense, recibió reacciones en contra por estos comentarios, en particular de la comunidad musulmana.
Para agravar aún más la situación, una reciente directiva del consejo escolar de Ottawa, que aconseja al personal adoptar los pronombres “ellos/ellas” para todos los alumnos a partir de septiembre, ha intensificado el descontento entre algunos padres. Una madre musulmana entrevistada expresó su indignación por lo que consideraba lecciones impuestas sobre los matrimonios no tradicionales, reflejando una preocupación más amplia compartida por varios otros padres de la comunidad.
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