Obispo al frente de comisión de Bioética, contrario a suavizar la ley de protección de embriones

Dado que el ser humano nace en el momento de la fecundación, "el embrión también tiene derecho a la plena protección de la persona humana". No hay hallazgos que puedan justificar un cambio en este principio decisivo", critica el obispo Fürst.

Obispo Gebhard Fürst. Derechos de las fotos: Harald Gehrig.

Gebhard Fürst, obispo de la diócesis de Rottenburg-Stuttgart y presidente de la Comisión de Bioética de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), ha criticado los llamamientos de las instituciones científicas para reformar la Ley de Protección de Embriones (ESchG) en una entrevista concedida al portal de Internet katholisch.de.

Desde hace años, instituciones médicas alemanas como el Colegio de Médicos y la Academia Nacional de Ciencias Leopoldina( según informa iFamNews ) han presionado para que se permita la investigación con embriones creados a partir de células madre humanas. La ESchG, en vigor desde 1990, permite la creación de embriones in vitro con fines reproductivos, pero prohíbe cualquier investigación con ellos. Otros países, como Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Israel, Estados Unidos y Japón, permiten la investigación con embriones sobrantes hasta 14 días después de la fecundación. La Sociedad Internacional para la Investigación con Células Madre ha defendido recientemente que los embriones producidos a partir de células madre puedan cultivarse en el laboratorio durante más de 14 días.

En la entrevista, el obispo Fürst recordó que el estatus de protección fundamental del embrión humano no debe tocarse, aunque el estado de la investigación científica haya cambiado en los últimos 30 años:

“La Ley de Protección de Embriones asume, con muy buenas razones, que el embrión se desarrollar como un ser humano y no que “llegará a ser” un ser humano, tras la fusión completa de los núcleos celulares del óvulo y del espermatozoide. Por lo tanto, el embrión también tiene derecho a la plena protección de la persona humana, bajo la cual se encuentra desde el primer comienzo de su vida hasta su muerte natural. No hay pruebas que justifiquen ningún cambio en este principio crucial”.

El presidente de la comisión de bioética de la DBK también rechazó las acusaciones de que la protección de la vida humana es una postura fundamentalista o puramente religiosa que ya no merece ser escuchada en un Estado pluralista y religiosamente neutral. La protección de la vida humana es más bien “la base de todo nuestro ordenamiento jurídico y social”. (…) Quien defiende la protección de la dignidad humana no está al margen, aunque se opongan a ello poderosos intereses, que abogan por un ablandamiento en este sentido”.

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