Los legisladores griegos tienen previsto votar el jueves sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, a pesar de la importante oposición de la Iglesia Ortodoxa. Si se aprueba, Grecia sería el primer país cristiano ortodoxo en sancionar el matrimonio entre personas del mismo sexo. La legislación también abordaría los retos legales a los que se enfrentan las parejas homosexuales que tienen o quieren tener hijos.
Sin embargo, la Iglesia Ortodoxa del país se opone al proyecto de ley, argumentando que comprometerá la estructura familiar tradicional. Varios obispos han advertido de que se negarán a proporcionar los sacramentos a los hijos de parejas del mismo sexo. Los partidos políticos de extrema derecha y los grupos tradicionalistas, con el respaldo de algunos de la Iglesia, también han organizado manifestaciones públicas.
El gobierno de centro-derecha del primer ministro Kyriakos Mitsotakis patrocina el proyecto de ley, que cuenta con el apoyo del partido de la oposición, Syriza. El líder Stefanos Kasselakis declaró que su partido votará a favor, aunque cree que el proyecto de ley no cubre suficientemente los derechos de paternidad.