La Asociación Internacional de Boxeo (AIB) ha confirmado que dos púgiles, Lin Yu-ting, de Taiwán, e Imane Khelif, de Argelia, que participan en el boxeo femenino olímpico, no superaron la prueba del cromosoma de género. Esto se produjo tras una conferencia de prensa organizada por la IBA para abordar la controversia en torno a estas participantes. A pesar de los resultados de las pruebas, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha seguido permitiéndoles competir contra mujeres biológicas, manteniendo que ambas son mujeres y desestimando las preocupaciones suscitadas por las pruebas.
El director general de la IBA, Chris Roberts, destacó que las pruebas revelaron cromosomas que inhabilitan a ambos participantes según las normas de competición. Aunque ambos púgiles tuvieron la oportunidad de apelar estas conclusiones ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, ninguno de los dos lo hizo. La IBA se ofreció a cubrir la mayor parte de los costes de la apelación.
El ex presidente de la Comisión Médica de la IBA, el Dr. Ioannis Filippatos, subrayó que los hechos biológicos no pueden alterarse. A pesar de la controversia, el portavoz del COI, Mark Adams, reiteró que estos atletas han competido en competiciones absolutas durante seis años sin problemas y siguen siendo elegibles para la competición actual.
Mientras continúa la polémica, tanto Lin como Khelif han pasado a las semifinales, lo que les asegura las medallas. Sus rápidas victorias sobre oponentes femeninas han puesto aún más de manifiesto la brecha física entre hombres y mujeres y la injusticia de permitirles competir en el boxeo femenino.