Las armas de la luz

Un puñado de niños adorando a Cristo en la eucaristía en su campamento de formación continuarán la batalla y obtendrán victorias. Ésa es la esperanza de la Iglesia, nuestra esperanza.

Last updated on septiembre 30th, 2021 at 05:45 am

Parece como si todo se derrumbase. Tengo una sensación terrible de que el mal arrasa con todo: aborto, eutanasia, lobbies LGTBI cada vez más fuerte y exigentes, falta de matrimonios, rechazo a tener hijos, imposición ideológica, totalitarismo…mire donde mire el mal avanza y destruye.

Pero hoy me enviaron una foto del campamento en el que están algunos de mis hijos, era durante la adoración eucarística que tuvieron anoche. 25 niños de entre 6 y 12 años. Y entonces he recordado que la batalla ya la ganó el Señor para nosotros. Y ese puñado de niños adorando a Cristo en la eucaristía en su campamento de formación continuarán la batalla y obtendrán victorias. Ésa es la esperanza de la Iglesia, nuestra esperanza.

Es verdad que hoy parece que hubiese arreciado la lucha del mal contra el bien pero a los largo de la historia, en momentos así, surgieron grandes santos que hicieron posible un golpe de timón. No tengo duda de que estamos en uno de esos momentos en los que sólo los grandes santos podrán revertir lo que estamos viviendo. Y surgirán.

Igual que ayer los niños adoraban a Cristo, sé que las adoraciones eucarísticas están aumentando en todas partes. Va creciendo la certeza de que es la adoración lo que mueve y transforma. Pequeños grupos, adoración nocturna, turnos en las parroquias, adoración de niños… que darán al mundo esos santos que necesitamos.

No podemos dejar de luchar, es cierto, “a nadie le es lícito permanecer ocioso” (Christefideles laici), como laicos, tenemos que mantenernos en nuestros puestos y presentar batalla, firmes en la fe. Pero como cristianos tenemos que “pertrecharnos con las armas de la luz” como decía San Pablo. Y la principal es la adoración, o al menos eso parece que está inspirando el Espíritu Santo.

Si estáis preocupados por cómo avanza el mal, o si queréis poneros mano a la obra para hacerle frente, entonces os animo a hacer una hora de adoración semanal, promover la adoración en vuestras parroquias, los grupos de adoración para niños, y la adoración común en todos los grupos de jóvenes o adultos. Y utilizar así las armas más poderosas, las armas de la luz.

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