Las recientes acciones del presidente Joe Biden han sido consideradas como perjudiciales para la perspectiva provida, reforzando aún más su reputación como el presidente más antivida de la historia de EEUU. Su departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) pretende modificar una norma que anula parcialmente las protecciones federales de conciencia. Este cambio podría obligar a los médicos a realizar procedimientos que contradigan sus creencias.
El HHS es responsable de salvaguardar las protecciones de conciencia, incluidas las Enmiendas Coats-Snowe y de la Iglesia, en virtud de las leyes federales. Bajo la administración Trump, la aplicación de estas disposiciones se fortificó significativamente. Sin embargo, los recientes cambios de Biden indican una intención de derogar las mejoras y diluir las salvaguardias para los establecimientos y el personal sanitario que se enfrentan a desacuerdos éticos en relación con procedimientos específicos.
Los médicos se enfrentan cada vez más a dilemas relacionados con sus creencias sinceras, y a menudo se ven obligados a participar en servicios sanitarios cuestionables o a abandonar la profesión. Esta cuestión subraya la urgente necesidad de que los estados refuercen las salvaguardias de conciencia a nivel estatal, protegiendo a los profesionales sanitarios de la participación forzosa en procedimientos éticamente conflictivos.
Los profesionales sanitarios deben tener derecho a objetar en conciencia a determinados procedimientos, formación o decisiones médicas y no deben ser confinados a papeles maquinales desprovistos de toma de decisiones éticas. La legislatura estatal es esencial para aprobar leyes que preserven las protecciones de los trabajadores sanitarios a nivel estatal, aislándoles de la imposición de cambios en las normas federales contra la vida que les obliguen a contravenir sus convicciones morales.
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