Gracias a la valiente intervención de un puñado de diputados, la Constitución y la soberanía del poder legislativo se mantienen vigentes en el estado mexicano de Quintana Roo. Un grupo de feministas radicales junto a media docena de diputados pretendieron legislar el crimen de los niños por nacer. A pesar del chantaje de mantener secuestrado el edificio del congreso por 3 meses, el apoyo de la ONU y del gobierno de Andrés López Obrador, no pudieron concretar su exigencia de aprobar una ley de aborto que violaba la Constitución del estado. Luego de una jornada clave el 24 de febrero donde se detuvo el proyecto de ley de aborto, se pusieron las bases para que el 2 de marzo se rechazara definitivamente con una votación de 13 diputados en contra del aborto y solo 7 a favor.
Este pequeño estado del Caribe mexicano, conocido mundialmente por la oferta turística de sus playas en Cancún, describe un modelo que pretende poner fin a la democracia, un modelo que ya no aspira a legislar con un parlamento elegido por el voto de las mayorías sino por cualquier grupo que se pueda imponer por la fuerza sobre los demás. El 24 de febrero del 2021 la condición de libre y soberana que proclama la constitución estatal promulgada en 1975 estuvo a punto de ser revocada en la práctica.
La historia comenzó el 29 de noviembre del 2020 cuando la autodenominada Red Feminista Quintanarooense – RFQ tomó por la fuerza las instalaciones del poder legislativo estatal con la complicidad del diputado estatal Gustavo Miranda, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Gobierno. Abusando de su cargo, Miranda no solo abrió las puertas a estas activistas violentas, sino que además les permitió que desalojen a diputados y personal administrativo, que pinten lemas abortistas por dentro y por fuera del recinto parlamentario incluso con protección policial. Pero quizás lo más grave fue convertir a la RFQ en un interlocutor válido para celebrar un oneroso acuerdo firmado por él mismo y otros 6 diputados abortistas. Dos funcionarios del Estado de Quintana Roo completaron esta imagen pseudo democrática firmando en calidad de “testigos de honor”: Marco Antonio Toh Euan, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, y Felipe Nieto Bastida, Primer Visitador General de la Comisión de Derechos Humanos.
En ese “acuerdo de voluntades”, estos 7 diputados se comprometieron nada y más y nada menos a que el 24 de Febrero se aprobara la iniciativa abortista y también otras 9 iniciativas de RFQ en el transcurso del año. Por si fuera poco también se comprometieron a permitirles participar presencialmente en toda sesión parlamentaria y a no presentar ninguna denuncia posterior (que luego cumplieron al pie de la letra). De no cumplir todas estas exigencias, amenazaron con no dejar las instalaciones del congreso.
Felizmente para la democracia y para la gran mayoría de la población, no se salieron con la suya. La RFQ, sus diputados aliados y “funcionarios de derechos humanos” pretendieron reformar el código penal para permitir el aborto pasando por encima de lo establecido en el artículo 13 de la Constitución estatal que claramente señala: “”El Estado de Quintana Roo reconoce, protege y garantía el derecho a la vida de todo ser humano, al sustentar expresamente que desde el momento de la concepción entra bajo la protección de la ley y se le reputa como sujeto de derechos para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte”. En otras palabras, pretendían que una ley contravenga lo que expresamente está protegido por la Constitución, conforme lo establece la técnica legislativa y jurídica para la aprobación del dictamen correspondiente en comisiones.
La jornada del 24 de Febrero
En una sesión bastante larga, Comisiones Unidas (que reunió a diputados de 5 comisiones parlamentarias regulares) sometió a debate dos iniciativas para legalizar el crimen del aborto y hacerlo un negocio en ese estado. La parte abortista quiso violentar la Constitución de Quintana Roo en su artículo 13 que defiende el derecho a la vida desde su inicio en la concepción así como violentar también el debido proceso parlamentario y hasta las más mínimas normas de técnica legislativa.
Los diputados abortistas quisieron presentar un dictamen que excluía la Reforma Constitucional. Y obviamente eso es improcedente. Si no se cambia la Constitución no se puede cambiar la legislación secundaria. Sabían perfectamente que una reforma constitucional requería las dos terceras partes del pleno de la Cámara de Diputados y no contarían con esa cantidad de votos. Así que intentaron saltarse olímpicamente la Constitución e irse directamente a la legislación secundaria que requiere mayoría simple.
En Comisiones Unidas, la mayoría votó contra de esa pretensión. Por lo tanto, se declaró un receso para que pudiera incorporarse la parte Constitucional. Cuando los diputados regresaron, los abortistas pretendieron hacer trampa, queriendo volver a votar la misma iniciativa que excluía la parte Constitucional. De una manera mafiosa, los diputados abortistas quisieron hacer trampa liderados por José Luis Guillén López quien estuvo en todo momento secundado por los diputados Judith Rodríguez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y el Diputado Edgar Gasca, Presidente de la Comisión de Salud.
En esta coyuntura, un grupo de diputados muy valientes no sólo alzaron la voz, sino que decidieron romper el quórum de Comisiones Unidas con lo cual se suspendía la sesión y no se pudo aprobar el dictamen abortista. Y lo hicieron hasta 3 veces para forzarlos a reaccionar e incluir el proceso de Reforma Constitucional en el dictamen.
Estos abortistas hicieron el mal tan mal que no pudieron avanzar en su intento.
Los diputados provida que valientemente alzaron la voz y rompieron el quórum son las diputadas Kira Iris San y Aurora Pool Cauich del Partido Acción Nacional, la Diputada Reina Durán Ovando del partido oficialista Morena y Presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, el diputado Carlos Hernández Blanco del Partido Revolucionario Institucional – PRI. Ellos merecen todo nuestro reconocimiento y respaldo. Hicieron lo correcto.
De una manera alarmante, en Quintana Roo hemos visto el cuadro completo de una que en medio de una pandemia intentó legalizar la matanza de los más indefensos. Felizmente hemos visto también la reacción popular provida.
La sociedad civil de Quintana Roo alzó fuertemente la voz respaldando a estos valientes diputados. Grupos provida habían inundado las redes sociales desde el día anterior, siendo trending topic en Twitter con #SíALaVidaQRoo #QRooProvida.
Un triple secuestro
Rodrigo Iván Cortés, Presidente del Frente Nacional por la Familia de México, resumió este penoso escenario en Quintana Roo como un triple secuestro.
En primer lugar y lo que es más obvio, un secuestro de las instalaciones e instancias del congreso. Y lo quisieron hacer a través de un pseudo acuerdo firmado por algunos legisladores afines. Una barbaridad. Un verdadero delito de secuestro. Este delito fue respaldado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos y además contó con sendas cartas de la representación en México de una oficina muy particular de la ONU, la oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos, en este caso es mujer y es Michelle Bachelet. Su representación en México lo también para que, bajo esa presión, bajo ese chantaje se legalice el crimen del aborto. Naciones Unidas avalando el secuestro de una sede Parlamentaria para que se legisle a presión lo que es un crimen. Esto es algo que no tiene nombre. Sin embargo, no es un hecho aislado. También lo intentaron en otros Estados, por ejemplo Michoacán. La población local se lo impidió pero la ONU ya estaba pronta a respaldar esto con un escrito. Esta lógica es terrible y tenemos que denunciarla.
En segundo lugar, es un secuestro del lenguaje por parte de la ONU, Comisión Estatal de Derechos Humanos y la RFQ para llamarle “derecho” a lo que es un crimen.
Y finalmente, es un secuestro de la democracia misma y la soberanía del estado de Quintana Roo.
Cortés mandó un mensaje muy emotivo a sus compatriotas mexicanos: “No podemos quedarnos callados, tenemos de seguir alzando la voz, tenemos que seguir denunciando esa trampa que quieren hacer. Esto no ha acabado. Ha habido un impase y se ganó el primer round pero la pelea sigue. Por lo tanto, pedimos que sigas muy activo en redes sociales y que si estás en Quintana Roo, estés bien enterado, bien comunicado, para poder seguir estando activos en la defensa de la soberanía de Quintana Roo, de su Constitución que reconoce la vida desde su inicio y de su propia democracia. No dejes que te secuestren tu estado”.
Este consejo puede servir para todos los provida del mundo.