Un reputado grupo antieutanasia ha expresado su honda preocupación por la mercantilización de la eutanasia en Canadá, sobre todo tras conocerse que una funeraria de Quebec cobra 700 dólares por un espacio privado para llevar a cabo la Asistencia Médica para Morir (AMM).
Mathieu Baker, propietario del Complexe funeraire Haut-Richelieu, describe el servicio como respetuoso con la naturaleza personal de la eutanasia, ofreciendo un entorno no hospitalario para el procedimiento.
Sin embargo, los críticos sostienen que este servicio pone de manifiesto la preocupante realidad de que la eutanasia se está convirtiendo en un negocio rentable en el país.
Las tasas de eutanasia en Quebec se han disparado desde su legalización en 2016, y la provincia tiene ahora la tasa de eutanasia más alta de Canadá.
Solo en el periodo 2021-2022 se registraron 3.663 casos de eutanasia, lo que supone un fuerte aumento respecto a los 63 casos de 2016. El gobierno de Quebec también habría gastado cerca de 6 millones de dólares en procedimientos de eutanasia.
Alex Schadenberg, director ejecutivo de la Coalición para la Prevención de la Eutanasia, criticó la monetización de la eutanasia, argumentando que no sólo ofrece a los centros sanitarios una forma de ahorrar dinero, sino que también proporciona a las funerarias una fuente de ingresos adicional.
Schadenberg mencionó relatos angustiosos de personas que decidieron poner fin a su vida mediante la eutanasia en la funeraria de Quebec.
Sin embargo, este modelo de negocio ha desatado la polémica incluso dentro de la propia familia de la funeraria. Al parecer, la madre del propietario expresó su enérgica desaprobación de que su hijo ofreciera servicios de MAiD dentro del negocio familiar.
Sonia Belanger, ministra de la Tercera Edad de Quebec, también expresó su preocupación por la monetización del MAiD, subrayando la necesidad de dar prioridad a los deseos de los pacientes frente al ánimo de lucro.
La ampliación de la eutanasia a los enfermos mentales, se ha retrasado hasta 2024 debido a las numerosas reacciones en contra. Este retraso se produjo en medio de numerosos escándalos públicos, incluidos informes sobre veteranos a los que se ofrecía el procedimiento letal.
Los críticos esperan ahora que un cambio de gobierno pueda impedir que la ampliación de la eutanasia a los enfermos mentales se convierta en ley en 2024.
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