La Fundación Española de Abogados Cristianos presenta una denuncia ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Azpeitia contra los responsables de la Asamblea Juvenil de Zestoa por irrumpir en la Iglesia de la localidad el pasado domingo 21 de enero e interrumpir la celebración de la Misa.
La organización de juristas considera que los activistas que accedieron al templo podrían haber incurrido en los delitos de interrupción de culto, profanación, incitación al odio y manifestación ilícita.
Un total de siete personas irrumpieron en la parroquia con los rostros ocultos tras caretas blancas y vestidos con buzos, desplegaron una pancarta en la que acusaban a la Iglesia de avariciosa (“diruzale”) y especuladora (“espekulatzaile”), al tiempo que reivindicaban la suspensión del proceso judicial que pesa sobre el gaztetxe (centro social “okupado”) del municipio.
Los intrusos llegaron hasta el altar y a su paso entre los bancos arrojaron billetes de euros falsos.
Abogados Cristianos no descarta que los responsables hayan podido incurrir además en un delito de coacciones.
La organización de juristas asegura en su escrito al juez que “en modo alguno pueden justificar unos ataques de la magnitud que estamos presenciando, que rompen el estado de derecho y la convivencia pacífica entre los ciudadanos”.
Este acto no se trata de un hecho aislado. La misma Asociación ha protagonizado en las últimas semanas ataques a iglesias que amanecieron con candados en las puertas, silicona en las cerraduras, pintadas y pasquines con los que se acosaba y señalaba a la comunidad cristiana.
La presidente de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, señala que “ninguna protesta puede justificar estas acciones que atacan directamente al derecho fundamental a la libertad religiosa. Llegaremos hasta el final para evitar que estos hechos queden impunes”
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