El Presidente de la Asociación Family DAY – Difendiamo i Nostri Figli, Massimo Gandolfini, comentó en el comunicado las declaraciones de dos destacados miembros de la Liga sobre la cuestión de la ideología de género:
«Estamos preocupados y asombrados por las declaraciones de dos destacados miembros de la Liga que, de hecho, se están abriendo a la adopción homosexual y de género.
De forma imprudente y superficial, Centinaio dice estar a favor del matrimonio igualitario, yendo de hecho en contra del artículo 29 de la Constitución.
Quisiera recordar al senador de la Liga que las parejas del mismo sexo disfrutan en Italia de todos los derechos sociales, incluida la herencia y la pensión del cónyuge supérstite, introducidos con las uniones civiles. Igualar completamente las dos instituciones sólo significa ofrecer vías de filiación con técnicas que atentan contra el derecho de los niños a tener un padre y una madre.
Si se aprueba el matrimonio igualitario, bastará una sentencia para dar luz verde a la heteróloga para todos, a los niños obtenidos por útero de alquiler y a las adopciones homosexuales. En la práctica, la eliminación de las figuras de la madre y el padre por decreto y el establecimiento definitivo de la cultura del progenitor 1 y el progenitor 2″, dice Gandolfini.
«En cambio, el presidente de la región del Véneto, Zaia, hace pasar por civilización la apertura de una clínica pública para el cambio de sexo. La transición ya es posible para los adultos en centros privados que han hecho de ello un negocio. Garantizar todo el proceso en centros públicos significa también dirigirse a los menores.
Otros países, como Gran Bretaña y Suecia, han cerrado estas instalaciones tras el boom de transiciones realizadas en menores arruinados con deficiencias que les marcarán para siempre. No sigamos experiencias dramáticas que ya han tenido lugar en otras naciones europeas y que legitiman la ideología de género que se transmite entre los jóvenes y en las escuelas.
En su lugar, Zaia debería pensar en mejorar la atención sanitaria de las personas mayores, discapacitadas e indigentes, cada vez más expuestas al fenómeno del abandono terapéutico», prosiguió Gandolfini.
«La Liga ha sido en repetidas ocasiones un interlocutor serio para las reivindicaciones del Día de la Familia, aunque obviamente nuestra agenda no coincida en todos los aspectos con la de las fuerzas políticas. Estoy seguro de que a esa parte del electorado que dio su voto a la Liga confiando en principios bien distintos, no le gustan nada estas nuevas propuestas.
Traicionar el mandato de unos electores hartos de una ideología woke y arco iris apoyada por toda la izquierda mundial nunca da resultado en las urnas. Si se quieren repetir los desastres electorales de la izquierda, supuestamente progresista, pero que de verdadero progreso civil no tiene nada, haciéndose abanderada de las reivindicaciones de las minorías ricas organizadas, el camino emprendido es, desgraciadamente, el correcto.
Los del Día de la Familia esperan que el secretario Salvini, que siempre ha defendido el derecho al padre y a la madre y se ha opuesto a la ideología de género, pueda devolver a la Liga los valores de la promoción de la vida, la familia y la libertad educativa», concluye Gandolfini.
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